Festejo del Bicentenario de Revolución envuelto en polémica


Los sí­mbolos de la república de Argentina adornaron el Coliseo Romano, en Italia, como forma de conmemoración del Bicentenario. FOTO LA HORA: AFP TIZIANA FABI

Argentina celebra su Bicentenario hoy en medio de una polémica tras el rechazo de la presidenta Cristina Kirchner a compartir una ceremonia con el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, un conflicto que refleja la crisis institucional que atraviesa el paí­s.


«Si va con su marido, habrá que sentarse al lado, pero no me pone contento», dijo Macri, al invitar a la presidenta a la gala de reapertura del Teatro Colón, la prestigiosa sala lí­rica inaugurada en 1908 como sí­mbolo de la pujanza del paí­s en su Centenario.

Macri obtuvo una respuesta urticante: «Disfrute usted tranquilo y sin presencias molestas la velada del 24 de mayo», le escribió en una carta la mandataria.

Macri, de derecha, es un acérrimo enemigo del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) a quien acusa de estar detrás de su reciente encausamiento en una investigación por una red de espionaje telefónico en la capital argentina.

Cristina Kirchner ha hecho saber que ningún ex presidente, a excepción de su marido, será invitado a la cena de gala del martes 25 de mayo en la sede gubernamental, a la que fueron invitados jefes de Estado extranjeros.

Con su decisión la mandataria dejó afuera de la mesa a Carlos Menem (1989-1999), Fernándo De la Rúa (1999-2001) y Eduardo Duhalde (2002-2003).

Incluso marginó al vicepresidente, Julio Cobos, distanciado de la jefa de Estado.

Estos enfrentamientos, inauditos en pleno Bicentenario, reflejan la crisis institucional en la que está inmerso un paí­s cuya pujanza era indiscutible hace un siglo.

«Llegamos a este año del Bicentenario sin haber resuelto algunos problemas cruciales de carácter polí­tico institucional», afirma el historiador Natalio Botana.

«En 1910 se trataba de democratizar la república, (se trata de) republicanizar la democracia en 2010», afirma.

El presidente argentino Roque Saenz Peña sancionó en 1912 la ley que establecí­a el voto obligatorio y secreto.

«El panorama que se abre es el de un conflicto entre un poder presidencial decidido a no resignar esas pretensiones y un Congreso y una Corte Suprema dispuestos a ejercer su cuota respectiva de pesos y contrapesos», sostiene Botana.

La Corte Suprema falló el miércoles que la presidenta Kirchner, cuyo partido perdió la mayorí­a parlamentaria en las elecciones del 28 de junio de 2009, no puede gobernar por decretos.

A principios de enero, la mandataria removió por decreto al presidente del Banco Central sin consultar al Congreso, lo que desató un conflicto con el Parlamento y con la justicia.

Para el filósofo Santiago Kovadloff «si bien hemos reconquistado el sistema democrático desde hace ya cinco lustros», en referencia a la presidencia de Raúl Alfonsí­n que puso fin a décadas en las que hubo golpes de Estado a repetición (entre 1930 y 1983), «la calidad de la democracia reconquistada es muy ténue, la institucionalidad es fantasmal».

Mientras Argentina atraviesa esta crisis de las instituciones con falta de liderazgo y ausencia de visión a largo plazo, su presencia se desvanece de la escena internacional a la sombra del crecimiento de Brasil.

El historiador Felipe Pigna considera «preocupante no tener un patriotismo como el que tiene Brasil por ejemplo a la hora de construir un empresariado».

Un siglo atrás, Argentina representaba el 58% del mercado automotriz en toda América latina, hoy apenas representa el 10% del mercado automotriz brasileño.

La analista Graciela Rí¶mer, que acaba de publicar un sondeo sobre los argentinos y el Bicentenario, ve sin embargo razones para esperanzarse.

«Se está cocinando a fuego lento en Argentina una nueva sensibilidad social que parece empezar a advertir que ese desdén institucional, normativo y ético termina privando al paí­s de resultados sociales, económicos», dijo.

ZELAYA Acude a la fiesta


El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, derrocado por un golpe militar el 28 de junio de 2009, se encuentra en Buenos Aires invitado por la mandataria argentina Cristina Kirchner para participar este martes en la fiesta del Bicentenario.

«Agradezco la invitación que me formulara la presidenta Cristina Fernández de Kirchner», dijo Zelaya al llegar en la noche del lunes a la capital argentina.

Zelaya participará en los festejos junto a los mandatarios Luiz Inacio Lula Da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay).

Los paí­ses latinoamericanos criticaron duramente el golpe de Estado de Honduras y no han reconocido al presidente Porfirio Lobos surgido de las elecciones del pasado mes de noviembre, sólo avaladas por Perú y Colombia.

Los golpistas confiaban en que la elección de Lobo acabarí­a con el aislamiento de Honduras, pero el paí­s centroamericano sigue marginado de la Organización de Estados Americanos y de las instituciones internacionales de crédito.

La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) — que reclamó la restitución de Zelaya — no reconoce al nuevo gobierno y sus autoridades amenazaron con no participar de la Cumbre Unión Europea-América latina que se realizó recientemente en Madrid.

Finalmente, Lobo sólo comparte los encuentros con los gobiernos centroamericanos.