Argentina se despidió con sabor a fiesta


Gonzalo Higuaí­n, delantero titular de la Selección argentina, en el partido de ayer contra Canadá. FOTO LA HORA: AFP Alejandro PAGNI

La selección de fútbol de Argentina se despidió en Buenos Aires con una goleada frente a la débil Canadá (5-0), sin el estelar Lionel Messi en el equipo dirigido por Diego Maradona, en un partido que no sirvió como medida futbolí­stica, destacó hoy la prensa local.


«Una goleada amable en la tarde del adiós», tituló el matutino Clarí­n, que consideró que el partido con los canadienses «tuvo el color de una amable despedida. Sin estridencias y sin rigores. Fue un amable 5 a 0 que no sirvió como medida futbolera. Ahora viene la etapa del ajuste verdadero».

«No pasó por la mente de Maradona hacer un ensayo de equipo posible para el debut del 12 de junio ante Nigeria. A Lionel Messi, la carta mayor, se lo preservó. Presentaba una contractura y por eso ni siquiera tuvo la oportunidad de intentar alguna gambeta y recibir el saludo de la gente», mencionó.

«Sin esfuerzo: un simulacro con el broche de los goles», destacó La Nación, dijo que «Canadá apenas fue un partenaire» y analizó que «fue un ensayo que se quedó a mitad de camino en la pretensión de entretener y mostrar algunas virtudes del seleccionado. Para ser jugado en serio, faltó intensidad».

«La cadena de errores de Canadá siempre fue una tentación, un cóctel de ingenuidades amateur al servicio del apetito albiceleste. El encuentro nunca habí­a tenido ni visos de equivalencia. Pasó un simulacro de partido que tuvo el siempre bienvenido broche de los goles», consideró en su comentario.

«Cinco sin ningún Lí­o», señaló el deportivo Olé, que remarcó la ausencia de Messi, a causa de una ligera contractura en un aductor, pero al mismo tiempo juzgó que «la selección mostró que tiene material para ir a Sudáfrica. La diferencia que se esperaba por nombres propios se evidenció en la cancha. Y en el resultado».

«Que la fiesta siga en Sudáfrica», pidió el diario Popular, y entendió que «el í­cono para la despedida lo brindó un entrenamiento a un cuarto de máquina y con público. Para regocijo de Maradona, su equipo paró en cinco goles ante un oponente que le pateó una sola vez a su arco».