La belga Justine Henin regresa a la arcilla de Roland Garros, donde reinó alzándose en cuatro ocasiones con el trofeo del torneo del Grand Slam francés, con una incógnita doble: ¿volverá por sus fueros?, ¿podrá en la actualidad superar la potencia de las hermanas Williams?
El tablero femenino de los grandes torneos es siempre una incógnita «per se», porque la jerarquía de la WTA cambia con mucha rapidez y no precisamente porque aparezcan nuevos talentos, que siempre los hay, sino de acuerdo al estado físico de las grandes figuras.
En la edición 2010 del Abierto de Francia, sin lugar a dudas, la gran novedad es el regreso de la liejense, que cumplirá 28 años antes de que finalice el torneo.
La tetracampeona en París no jugó las dos últimas ediciones de la prueba porque, precisamente, decidió colgar la raqueta poco antes de la de 2008 y no defendió el título que obtuviera por cuarta vez en 2007 (además de 2003, 2005 y 2006).
De regreso a las canchas no ha recuperado su mejor forma. Aún así, ganó recientemente el torneo de Stuttgart ante la australiana Samantha Stosur, pero se apeó en el de Madrid en primera ronda, derrotada por la que fuera ganadora a la postre, la francesa Aravane Rezai.
«Volver aquí. Es una supersensación. Algo extraña, pero muy agradable. Llegar aquí con mi bolso con raquetas, pisar el polvo de ladrillo… Recupero muchas emociones», destacó la belga a su regreso a Roland Garros.
Sin lugar a dudas, se trata del regreso de una «hija pródiga», pero, además de no haber recuperado aún su mejor tenis, está claro que sus rivales no se lo van a poner fácil.
La «pequeña maravilla belga», favorita N.22 de la prueba gala, debuta ante la búlgara Tsvetana Pironkova, de 22 años, quien no ha pasado de la segunda ronda en el complejo de la parisina Porte d»Auteuil.
En principio, no debería tener inconvenientes para avanzar, sobre todo por ese «plus» que significa jugar «en su casa».
No obstante, para cuartos de final se perfila un hipotético gran choque, nada menos que ante la estadounidense Serena Williams, primera favorita de la prueba y número uno del orbe, ganadora en 2002 y, esto, si Henin vence en octavos a otra ex número uno mundial, la rusa Maria Sharapova, una rival complicada.
«Me siento bien. Es importante, ya que Roland Garros es el torneo del Gran Slam más exigente en el plano físico», destacó la menor de las Williams que, se sabe, cuando está bien físicamente es por lejos la mejor jugadora del circuito.
Su hermana Venus (N.2) tendrá una segunda mitad de tablero menos complicada, y podría tomarse la revancha de la derrota madrileña con la francesa Rezai.
Por su parte, la campeona Svetlana Kuznetsova, sexta cabeza de serie, podría en los papeles jugar con Venus en semifinales, aunque no parece tan evidente. En cualquier caso, el domingo abre el fuego frente a la rumana Sorana Cirstea, a primera hora en el court central Philippe Chatrier del estadio parisino.
En el segundo turno de partidos, en el court Suzanne Lenglen, la argentina Gisela Dulko juega ante la bielorrusa Victoria Azarenka, décima favorita de la competición.