Primer ministro etí­ope enfrenta inesperada oposición


Por la primera vez desde que llegó al poder, hace 19 años, el primer ministro de Etiopí­a, Meles Zenawi, y su coalición gubernamental, enfrentan un desafí­o en las elecciones legislativas del domingo en su bastión de Tigray.


Aunque todo indica que a sus 55 años el hombre fuerte de Etiopí­a se mantendrá en el poder después de las elecciones legislativas del domingo, el bastión de la rebelión a la que se sumó cuando tení­a 20 años ya no está tan unida como antes.

En Mekelle, la capital de la región norteña de Tigray, abundan los monumentos a los combatientes del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) que luchó contra el régimen de Mengistu Haile Mariam.

El TPMLF y Meles llegaron al poder en 1991. En sus tiempos de grupo rebelde gozaron de un apoyo casi unánime.

Pero esta vez, Meles y sus simpatizantes de la coalición en el poder, el Frente Popular Revolucionario Democrática de Etiopí­a (EPRDF) se enfrentarán a algunos de sus antiguos camaradas de armas, e incluso a familiares.

«Nuestras familias están muy unidas. Tenemos una larga historia que se remonta a nuestros abuelos y abuelas», dijo Aregash Adane, candidata del partido Arena Tigray, que se presenta contra Meles en su ciudad natal de Adwa.

Arena Tigray fue creada hace dos años por antiguos miembros del EPRDF que acusan a Meles de «traicionar la causa» y de imponer un orden dictatorial.

«No estábamos yendo por el camino que debí­amos en términos de transformación democrática. El paí­s está ahora liderado por un hombre, un régimen de un partido», dijo Awalom Woldu, antiguo embajador en Eritrea, a la AFP.

El propio Awalon se enfrenta a su hermano pequeño, Abay, que sigue siendo un miembro del EPRDF, actualmente vicepresidente de la región.

«Nos vemos de vez en cuando pero no tanto como antes» de la escisión con el EPRDF, dijo Awalon.

La separación se consumó finalmente en 2001, consecuencia de desacuerdos sobre los resultados de la frontera tras la guerra de 1998-2000 con Eritrea.

Los disidentes acusan a Meles de haber sido demasiado blando con Asmara cuando podrí­a haber derrocado al régimen eritreo y asegurado un acceso al puerto de Asab.

«En vez de asegurar nuestros intereses, defendió a los eritreos», dijo el presidente de Arena, Gebru Asrat, que también tiene a familiares entre sus rivales en los comicios.

Arena ha acusado al gobierno de querer mantenerse en el poder a cualquier coste, incluido el asesinato de simpatizantes de la oposición.

El grupo denunció recientemente el asesinato de uno de sus candidatos, acuchillado por «agentes del gobierno». A otro de sus candidatos le lanzaron granadas contra su casa.

«Nuestros miembros están siendo acosados e intimidados», dice Gebru.

El EPRDF niega las acusaciones.

Pese a esta oposición en su región natal, se espera que la coalición de Meles logre los 38 escaños de Tigray, sobre el total de 547 escaños del Parlamento.