Jefe de Inteligencia obligado a renunciar


Dennis Blair renunció ayer a ser el Jefe de Inteligencia de Estados Unidos. FOTO LA HORA: AFP TIM SLOAN

Luego de una serie de errores y tensiones internas, el jefe de la inteligencia estadounidense Dennis Blair presentó su renuncia ayer, en la primera dimisión de un alto dirigente del equipo del presidente Barack Obama.


«Es con un profundo pesar que informé al presidente hoy que renunciarí­a a mi puesto de Director de Inteligencia (DNI) a partir del viernes 28 de mayo», anunció Blair en un comunicado, quien coordina 16 agencias gubernamentales que movilizan unas 200.000 personas y que cuentan con un presupuesto de 75.000 millones de dólares.

Varios «candidatos fuertes» ya fueron entrevistados para remplazarlo, según un funcionario del gobierno que pidió el anonimato. Luego de meses de insistentes rumores, el almirante jubilado perdió la confianza de la Casa Blanca.

La partida de Blair se produce en medio de un periodo muy tumultuoso para la inteligencia estadounidense, luego de los atentados fallidos en un avión en Navidad y en Times Square el 1 de mayo, y tras la matanza de Fort Hood en Texas, que levantaron sospechas sobre la calidad del servicio de inteligencia estadounidense.

La comisión de Inteligencia del Senado, estima que «fallas sistemáticas» permitieron al sospechoso del atentado de Navidad, el joven nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, subir a bordo del avión y luego intentar accionar los explosivos que habí­a disimulado bajo su ropa.

Antes de este caso, la matanza realizada en noviembre por un comandante del Ejército, que dejó 13 muertes, ya habí­a puesto en jaque a los servicios de inteligencia estadounidenses.

Independientemente de los fracasos de la comunidad de agentes secretos, la renuncia de Blair provocará un debate sobre la pertinencia del cargo de director de inteligencia, creado en 2004 luego del fiasco de las armas de destrucción masiva que supuestamente tení­a Irak.

Creado con el objetivo de tener una dirección única y fuerte a la cabeza de una gran burocracia, y de garantizar una sinergia entre servicios que muchas veces competí­an entre sí­, el puesto de DNI nunca contó, paradojicamente, con una autoridad directa sobre los miembros el presupuesto de los diferentes servicios, ni sobre las misiones de espionaje de la CIA.

Varios legisladores republicanos fustigaron el jueves la partida de Blair, criticando la gestión de la seguridad nacional por parte del gobierno de Obama.

«El director de inteligencia estadounidense nunca recibió la autoridad ni el apoyo necesarios para hacer avanzar las cosas. í‰l (Blair) fue ví­ctima de guerras de clan», comentó el senador republicano Kit Bond en CNN.