Los grupos electrógenos, nueva calamidad que azota a Gaza


Unos palestinos y activistas de derechos humanos protestan contra la violencia generada ante la colonización israelí­ en territorio compartido. FOTO LA HORA: AFP AHMAD GHARABLI

En Gaza, donde los estigmas de la guerra siguen visibles, una nueva calamidad muestra su rostro: los grupos electrógenos «made in China», que causaron unos 100 muertos en los últimos 18 meses.


Para hacer frente a los frecuentes cortes de energí­a eléctrica, muchos habitantes de Gaza adquirieron esos generadores de electricidad alimentados con combustible e importados desde Egipto a través de los túneles de contrabando.

Los generadores, fabricados en China, trajeron un poco de luz a los hogares de Gaza, afectados regularmente por los cortes de energí­a que pueden durar hasta 16 horas seguidas, pero también enlutaron a numerosas familias en accidentes domésticos por asfixia o mal uso de los grupos.

«La gente muere cuando los prende mientras fuma un cigarrillo, o bien no se da cuenta del riesgo de las emisiones de monóxido de carbono», afirma Karl Shembri, de la ONG Oxfam, que intenta enseñar a los habitantes de Gaza a utilizar estas máquinas respetando reglas de seguridad.

El año pasado, 87 personas murieron en incendios provocados por los generadores o por asfixia debido a las emisiones de gases, según Muawia Hassanein, jefe de los servicios de urgencia de la Franja de Gaza.

Otras 23 personas murieron en los cuatro primeros meses de 2010.

Nassim Abu Jamei, de 48 años, perdió tres de sus seis hijos en un incendio provocado por un escape de combustible almacenado en una cocina y destinado a un generador. Sus otros tres hijos resultaron heridos.

Enaan Abu Nada y su hija de 20 años escaparon por poco a la muerte.

Una noche de febrero, ambas estaban, con la puerta cerrada, en el subsuelo de su domicilio con un generador en marcha. Unas horas después, la hija de Abu Nada se desmayó mientras que ella intentó levantarse durante 20 minutos. Su marido entró en el lugar y las llevó de inmediato a las urgencias del hospital.

«Hoy estamos bien, gracias a Dios, y hacemos pasar un mensaje muy importante: decimos a todo el mundo que jamás utilice un generador en un local cerrado o cerca de una llama», relata Abu Nada.

Oxfam distribuyó 20.000 prospectos en los hospitales, escuelas y otros lugares públicos, en donde indica los procedimientos para una utilización sin riesgos de los generadores.

Los cortes de luz no son nuevos en este enclave palestino, pero este año fueron particularmente frecuentes, aumentando la demanda de estos grupos electrógenes relativamente baratos.

Para el movimiento islamista Hamas, que tomó el control de la Franja de Gaza en junio de 2007, Israel es el responsable de esta situación, al imponer al territorio un bloqueo, reforzado estos últimos meses por la decisión de Egipto de mantener su frontera con Gaza cerrada casi permanentemente.

Desde que el Hamas está en el poder, el Estado hebreo limitó la cantidad de combustible industrial destinado a la Franja de Gaza, lo que obligó a la única central eléctrica del territorio a disminuir drásticamente su producción de electricidad.

Por su lado, Israel afirma que los problemas de la central eléctrica fueron provocados por las rivalidades interpalestinas, entre la Autoridad Palestina, establecida en Ramalá (Cisjordania), y el Hamas en Gaza.

Munir Abu Hissera, responsable de un local de comida en Gaza, está inquieto. «Los cortes nos hacen perder mucho» dinero, dice.

Antes de cerrar por la noche, llena los congeladores con hielo, pero no todo resiste.

Los generadores, fabricados en China, trajeron un poco de luz a los hogares de Gaza, afectados regularmente por los cortes de energí­a que pueden durar hasta 16 horas seguidas, pero también enlutaron a numerosas familias en accidentes domésticos por asfixia o mal uso de los grupos.