Exigen ley de desarrollo rural


Las estadí­sticas en relación al Desarrollo Humano del paí­s son negativas y los estudios evidencian el deterioro de la vida que experimentan los campesinos. Veamos: 1980, el 62.8% de los guatemaltecos viví­a en condiciones de pobreza, cifra que se redujo en casi doce puntos para el año 2006, pese a esto, más de la mitad de la población sigue viviendo en condiciones de pobreza.

Edwin Marroquí­n Navas
enavas1313@yahoo.com

Aunado a lo anterior se puede afirmar que debido al crecimiento demográfico del paí­s de 1989 a 2006, el número de pobres incrementó de 5.4 a 6.6 millones, es decir, un millón doscientas mil personas se sumaron a la condición de pobreza. El deterioro de la calidad de vida es inobjetable y los satisfactores sociales cada dí­a son menos accesibles para las clases desposeí­das del paí­s.

Por ello las demandas de los grupos organizados que exigen la aprobación de la ley del Sistema Nacional de Desarrollo Rural Integral, que ya cuenta con dictamen favorable en la Comisión de Agricultura del Congreso de la República, deben ser tomadas en cuenta. Recientemente dirigentes del Movimiento de Organizaciones Sociales de Guatemala (Mosgua), que aglutina a diversas organizaciones del campo y la ciudad, manifestaron que es urgente que el Estado de  Guatemala atienda la problemática productiva, alimentaria  y social que afecta a las grandes mayorí­as campesinas e indí­genas del área rural, y que dé respuesta integral a la conflictividad agraria, laboral y ambiental en el campo.

En un pronunciamiento público afirmaron que «estamos conscientes que la crisis histórica guatemalteca, agravada por la crisis económica mundial, afecta al paí­s y al Estado guatemalteco y que Guatemala tiene una de las recaudaciones más bajas del mundo. El Estado en su conjunto por la falta de ingresos y por ende de recursos, hoy más que nunca se ve imposibilitado para dar solución a la problemática nacional, por lo que se hace necesario que los sectores que históricamente se oponen a coadyuvar en la reducción de las desigualdades en el paí­s contribuyan con el pago de sus impuestos en forma justa y eficaz». Coincido con Benedicto Coc, dirigente de dicho movimiento, quien afirma que las posiciones radicales y las medidas de hecho no contribuyen a solucionar los grandes problemas en el área rural. Las exigencias de los campesinos también son denuncias.

«En el Congreso los diputados hacen proselitismo; se atacan entre ellos, hacen el show, aprueban leyes donde corre mucho dinero. Las citaciones a los ministros es proselitismo polí­tico. Les urge que pasen las horas, con tal que la ley 40- 84 no aparezca. La esperanza es que algún grupo de diputados Indí­genas se reúna con las organizaciones campesinas y hacer planteamientos sobre qué tipo de apoyo puedan brindar para esta ley, se olviden de sus sí­mbolos partidarios y piensen en las familias campesinas por un momento», afirma Coc.

Según los dirigentes de dicha agrupación la Ley de Desarrollo Rural, en su contenido, impulsa diez polí­ticas a nivel nacional y define las lí­neas generales de la Institucionalidad y orientación estratégica del desarrollo rural.

Es innegable que aquellos diputados que no acompañen la aprobación de esta ley tendrán un costo polí­tico negativo, especialmente quienes buscan su reelección, puesto que los dirigentes campesinos están dispuestos a denunciarlos en sus comunidades. Ojalá que esta ley contribuya a mejorar las condiciones de vida de millones de guatemaltecos quienes en este momento sufren las más grandes pobrezas.

* ¡Qué nombrecitos!- ¿Le pondrí­a de nombre a sus hijos: Terminator de Jesús o Daddy Yanki? Pues sé que unos muchachos así­ se llaman. Cuando me enteré solo expresé que nombres más chileros.

* Agarra furia.- Trabaja en el Centro Histórico, tiene 30 años, es padre de tres preciosas niñas, cree en Dios y ha escuchado mensajes de AA, pero cada tres meses se emborracha y pasa así­, en aguas, hasta 28 dí­as. Me contó que la última vez escuchaba voces y un enanito pelón, que se reí­a mucho, lo perseguí­a a todos lados.

* De vicepresidentes.-Dicen que a un vicepresidente, que no es guatemalteco, le llaman calcetí­n. Sí­, porque abre la boca solo para meter la pata…jajajajajaja