El ex presidente del grupo petrolero Yukos, Mijail Jodorkovski, inició hoy una huelga de hambre para protestar por su detención preventiva, invocando al presidente ruso Dmitri Medvedev, impulsor de una ley que limita ese tipo de encarcelación.
Jodorkovski, juzgado desde 2009 por malversación y reventa ilegal de petróleo, envió a los medios de comunicación rusos una carta abierta al presidente de la Corte Suprema rusa en la cual anuncia su huelga de hambre.
«Inicio una huelga de hambre hasta que se me confirme que Dmitri Medvedev recibió de su parte o de cualquier otra autoridad competente toda la información relativa a la violación» de las recientes enmiendas legislativas sobre la detención preventiva, escribió quien fuera el hombre más rico de Rusia.
«Pienso que es esencial que el presidente Medvedev sepa como se aplica la ley de iniciativa suya, o más bien como es saboteada por funcionarios», prosiguió.
El ex patrón de Yukos pregunta al presidente Medvedev si está satisfecho del hecho que los funcionarios y la justicia rusa aplican la ley «como bien les parece».
Las enmiendas legislativas, adoptadas en marzo y firmadas por el jefe del Estado en abril, determinan que una persona sospechosa de ciertos delitos económicos, en particular aquellos por los que Jodorkovski está procesado, no puede ser encarcelada preventivamente.
El presidente ruso había iniciado esta reforma para luchar contra el encarcelamiento abusivo de hombres de negocios, forma de presión de las fuerzas del orden para obtener sobornos, según abogados de organizaciones anticorrupción.
«La razón que llevó Mijail Jodorkovski a iniciar una huelga de hambre es que la ley, resultado de la voluntad del presidente y tendiente a poner término a la represión contra el mundo de los negocios, no se aplica», destacó su abogado, Vadim Kliuvgant, a la radio Eco de Moscú.
El ex director de Yukos y su asociado Platon Lebedev son pasibles de más de 20 años de cárcel en el proceso actualmente en curso.
Sus partidarios consideran que el poder trata de alejar definitivamente de la escena política a Jodorkovski, de 46 años, un tenaz opositor al primer ministro Vladimir Putin.
El director de la ONG Por los Derechos Humanos, Lev Ponomarev, estimó que la reivindicación de Jodorkovski era justificada, pero se inquietó por su salud.
Por su parte, la agencia RIA Novosti citó a un responsable del servicio ruso de aplicación de penas que aseguró que el ex magnate del petróleo es controlado regularmente por los médicos.
El anuncio de Jodorkovski fue conocido un día después del término de su interrogatorio por el fiscal que sigue el proceso.
El ex patrón de Yukos reconoció sin embargo que permanecerá en prisión de todas maneras, pues está aún cumpliendo una condena a ocho años de cárcel por estafa y evasión fiscal pronunciada en 2005.