Francia firma expulsión de iraní­ tras liberación de joven francesa


El ministro francés del Interior firmará hoy la orden de expulsión del iraní­ Alí­ Vakili Rad, condenado en 1994 en Francia a cadena perpetua por el asesinato del ex primer ministro iraní­ Chapur Bajtiar, al dí­a siguiente del regreso a Francia de Clotilde Reiss.


La francesa de 24 años, lectora en la universidad iraní­ de Ispahan (centro) estuvo detenida en Irán desde julio de 2009, acusada por las autoridades de participar en las manifestaciones antigubernamentales tras la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad.

Reiss volvió el domingo a Francia horas después de ser puesta en libertad, el mismo dí­a en que el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, iniciaba una visita oficial de suma importancia a Teherán, vinculada con su papel mediador en las discusiones que enfrentan a Irán con las potencias occidentales debido a su controvertido programa nuclear.

El presidente francés Nicolas Sarkozy «agradeció particularmente» al mandatario brasileño por su «activo papel en favor de la liberación de nuestra compatriota». Sarkozy también agradeció al presidente de Senegal, Abdulaye Wade y al presidente de Siria, Bachar al Assad.

«El presidente brasileño defendió el caso de la joven francesa ante las autoridades iraní­es y logró que éstas aflojaran su posición», afirmó el domingo un diario francés, antes de precisar que «a su pesar», la muchacha se convirtió en «una de las piezas de un vasto rompecabezas geopolí­tico» vinculado a las negociaciones sobre la actividad nuclear iraní­.

«Lula ha sido un eslabón al parecer esencial del dispositivo» que permitió poner en libertad a Clotilde Reiss y que arrancó en diciembre pasado cuando los presidentes de Francia y Brasil se reunieron en Manaos para preparar la cumbre de Copehnhague sobre cambio climático, afirmó el Journal du Dimanche (JDD).

En los meses siguientes, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celsom Amorim, viajó dos veces a Teherán -y pasó por Parí­s- para evocar el tema nuclear… pero también el caso de Clotilde Reiss», aseguró el JDD.

Brasil, es junto a Turquí­a, uno de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que insiste en privilegiar el diálogo antes de adoptar nuevas sanciones contra Teherán por su programa nuclear.

Francia e Irán desmintieron el domingo cualquier ví­nculo entre la liberación de Clotilde Reiss y la suerte de Alí­ Vakili Rad, a pesar de esta sorprendente coincidencia de fechas y del hecho de que Irán haya vinculado varias veces esos dos casos.

Pero el caso es que el lunes, el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, firmará la orden de expulsión de Alí­ Vakili Rad, un dí­a antes de que la justicia francesa se pronuncie, el martes, sobre la liberación condicional del iraní­.

Alí­ Vakili Rad, condenado a cadena perpetua en 1994 por el asesinato del ex primer ministro iraní­ Chapur Bajtiar ocurrido en 1991 en su residencia de las afueras de Parí­s, cumplió 18 años de prisión. Deberí­a recobrar la libertad en las próximas horas para regresar muy rápidamente a Irán.

Parí­s y Teherán aseguran que la liberación de Clotilde Reiss tampoco está vinculada con la liberación, el 5 de mayo pasado, del igeniero iraní­ Majid Kakavand, detenido en Francia desde marzo de 2009, y a quien la justicia francesa puso en libertad tras rechazar su extradición a Estados Unidos.

«Hay algunos iraní­es en la cárcel desde hace años. Ellos, también son prisioneros que tienen una familia», afirmaba en septiembre pasado el presidente iraní­. Interrogado sobre un eventual indulto de la francesa, Ahmadinejad respondí­a: «desafortunadamente, no vemos ningún gesto del gobierno francés a favor de esos prisioneros».

A su turno, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, no dudó en responder de forma tajante: «Â¿Soy alguien que va a canjear al asesino de Chapur Bajtiar contra una joven estudiante cuyo único crimen es hablar la lengua de Irán y amar la civilización persa?».

El lunes, la oposición socialista afirmaba que hubo «una contrapartida manifiesta» a la liberación de Reiss, más allá de la multa de 300.000 dólares a la que fue condenada, y que Francia ya habí­a entregado como fianza para que la joven pudiera cumplir su detención en la embajada francesa en Teherán.