Quinto ataque mortal en escuela


Una mujer china llora después descubrió que su hijo estaba entre las ví­ctimas de un ataque a un jardí­n de infancia. CHINA OUT FOTO AFP

Un nuevo ataque el miércoles en una escuela en China, el quinto en menos de dos meses, dejó al menos ocho muertos, entre los cuales siete niños, agravando la preocupación en un paí­s que privilegió el desarrollo económico en detrimento de la salud mental de la población.


La nueva tragedia se produjo hacia las 08H00 (00H00 GMT) cuando un hombre de 48 años irrumpió armado de un cuchillo de grandes dimensiones en un jardí­n de infancia privado, en un pueblo de la provincia de Shaanxi (norte), indicaron la agencia oficial China Nueva y las autoridades locales.

El individuo, Wu Huanmin, mató a siete niños y a una institutriz, según la agencia oficial.

Además hirió a otros 11 niños, de los cuales dos estarí­an graves, y a un adulto. Al final, volvió a su casa y se suicidó, indicó China Nueva.

Los motivos de la carnicerí­a no se conocí­an por el momento.

Sin embargo, no es la primera vez que ocurre algo así­, ya que desde el 23 de marzo ha habido en China cuatro ataques similares, con cuchillo o martillo, contra escuelas y guarderí­as.

Esas cuatro agresiones, en las que murieron ocho personas y resultaron heridas decenas de personas, fueron perpetradas por hombres que se decí­an frustrados en su vida profesional o afectiva.

Tras conocerse estos casos, que traumatizaron al paí­s, las medidas de seguridad fueron reforzadas en los centros educativos.

La municipalidad de Chongqing (suroeste), de más de 30 millones de habitantes, ordenó incluso a la policí­a que dispare contra cualquier persona que intente atacar a escolares.

Pero según Ma Ai, psicólogo especializado en criminalidad en la Universidad de Derecho y Ciencias Polí­ticas de Pekí­n, estas medidas, aunque indispensables, no resolverán los problemas de fondo de la sociedad actual, muy transformada después de pasar de un modelo colectivista socialista a una economí­a capitalista.

«Nos hemos concentrado en el desarrollo económico, pero hemos dejado de lado el desarrollo y la mejora del psiquismo», dice el psicólogo.

«Los últimos casos son una advertencia. La sociedad es un ecosistema, que no sólo se basa en la naturaleza o la economí­a, sino también en la salud mental de la población», añade Ma Ai.

A falta de ese equilibrio, «los fundamentos no son sanos», agrega el psicólogo.

En los últimos años, la delincuencia común aumentó en China, así­ como los trastornos mentales, según diversos estudios.

Según uno de ellos, publicado el año pasado, 173 millones de adultos sufrirí­an problemas mentales, de los cuales el 91% nunca ha recibido ayuda adecuada.