Comparan la marea negra con el Titanic y el Challenger


Un pescador muestra el daño al pescado que consiguió en la pesca de hoy, afectada por la marea negra. FOTO LA HORA: AFP Alex OGLE

Un senador estadounidense comparó la crisis ambiental que provoca el hundimiento de una plataforma petrolera en el Golfo de México con el naufragio del Titanic, al iniciarse hoy las audiencias en el Congreso que interrogarán a British Petroleum (BP) sobre la tragedia.


El senador demócrata Jeff Bingaman, quien dirige la primera audiencia del Congreso sobre la catástrofe, también advirtió contra las «conclusiones precipitadas» como prohibir perforaciones en el mar o, en sentido opuesto, ignorar la crisis y seguir con las actividades como si nada hubiera pasado.

«Si esto es igual a otros fallos catastróficos de los sistemas tecnológicos de la historia moderna –ya sea el hundimiento del Titanic, (el accidente nuclear de) Three Miles Island o la pérdida del Challenger– probablemente descubramos que hubo un encadenamiento de fallos: técnicos, humanos y legales», dijo.

La senadora republicana Lisa Murkowski, miembro de la comisión de Energí­a y Recursos Naturales, señaló que las perforaciones «siempre tendrán riesgos», pero esa industria y las autoridades reguladoras «nunca deben ser displicentes» en materia de seguridad.

Los miembros de la comisión interrogarán a los ejecutivos del gigante petrolero británico BP, que arrendaba la plataforma marí­tima Deepwater Horizon y era el propietario mayoritario del pozo, a los de Transocean, propietaria de la plataforma, y a los de la compañí­a de servicios petroleros Halliburton, que realizaba trabajos técnicos clave.

Momentos antes de que se iniciara la audiencia un grupo de manifestantes gritaba frente al Congreso consignas como «BP mata» y agitaban carteles en los que se denunciaba al gigante petrolero británico.

«BP mata la vida silvestre, BP mata a la gente, BP mata el planeta», coreaban activistas del grupo pacifista Code Pink.

Los legisladores tratan los fallos tecnológicos y humanos que provocaron la explosión del 20 de abril último que finalmente llevó a la plataforma al fondo del mar en el Golfo de México y derramó millones de litros de petróleo en sus aguas.

Durante la audiencia, el republicano John Barrasso increpó a los industriales por su estrategia basada en el principio de «no fui yo, fuiste tú».

El presidente de BP Estados Unidos, Lamar Mckay, asegura en un documento entregado al Senado antes de la audiencia que la investigación interna de BP «no llegó aún a ninguna conclusión» sobre las causas del accidente. Pero orienta las sospechas hacia Transocean, destacando que la empresa era responsable de una pieza clave del equipamiento que no funcionó tras la explosión, impidiendo recuperar el control del pozo.

El presidente de Transocean, Steven Newman, escribe en sus propias observaciones que cuestionar esa válvula de 450 toneladas «no tiene ningún sentido», y destaca que «todos los proyectos de producción de petróleo en el mar son, desde el principio al fin, responsabilidad de quien los explota», en este caso de BP.

Newman acusa asimismo a Halliburton, que realizó el encofrado en cemento del pozo y fabricó un tapón temporario en cemento para la cabeza del pozo.

Un responsable de Halliburton, Tim Probert, afirma en sus notas para la audiencia que los trabajos de albañilerí­a en cemento fueron concluidos 20 horas antes de la explosión, y respetando las normas en vigor. En lo que respecta al tapón, no pudo ser instalado antes de la explosión, que se produjo en momentos en que Transocean trabajaba en el pozo, destaca.

La Casa Blanca, por su parte, anunció el martes que se creará un organismo independiente de vigilancia del sector petrolero, tras las acusaciones de connivencia entre la industria y la administración.