Reino Unido se ha tomado en serio su intención de convertirse en la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2018. El presidente de la Asociación de Fútbol Británica, que es nada menos que el príncipe Guillermo, viajará a Sudáfrica junto a su hermano menor, el príncipe Enrique, para apoyar la candidatura de su país en pleno Mundial. Y, de paso, asistir a los partidos de la selección británica y a la final.
De esta forma, los hijos del príncipe Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales llevarán a cabo su primera gira oficial juntos fuera de Europa, aunque, debido a las reglas de la monarquía británica que prohíben que vuelen juntos, realizarán la media docena de viajes que les espera en aviones separados. «Particularmente tras la muerte del presidente polaco», ha informado una fuente del palacio de Buckingham a The Times, «es algo que nos estamos tomando muy en serio».
Durante su estadía en ífrica, entre el 14 y el 19 de junio, Guillermo, de 27 años, y su hermano Enrique, de 25, asistirán al estadio Green Point de Ciudad del Cabo para ver a la selección de Inglaterra disputarse los puntos del segundo partido de su grupo con Argelia, aunque también se reunirán con importantes ejecutivos de la Fifa en diversas recepciones.
Se espera, también, que los hermanos puedan visitar a los jugadores de su selección y a su entrenador, Fabio Capello, siempre que su presencia «no interrumpa sus preparaciones», según informa la agencia británica The Press Association.
Sin embargo, no todo será fútbol durante la gira de los príncipes de Inglaterra, que también están comprometidos a visitar otros países dentro del continente africano. En Botsuana, por ejemplo, los hermanos conocerán la labor de una organización que protege la conservación de la vida salvaje con el patrocinio de Guillermo, mientras que en Lesoto visitarán una institución de caridad que se fundó con el apoyo de Enrique y que se dedica a sacar adelante a niños y huérfanos en situaciones de pobreza extrema.