Buscan solucionar derrame de crudo en Golfo de México


Un helicóptero de la Guardia Nacional participa en los operativos para evitar que la marea negra llegue a las costas de Estados Unidos. FOTO LA HORA: AFP Joe Raedle

Tras el fracaso de la colocación de la cúpula gigante para detener el derrame de crudo en el Golfo de México, British Petroleum (BP) corrí­a contra el tiempo en la búsqueda de nuevas opciones para enfrentar este desastre de imprevisibles consecuencias económicas y ambientales.


Entre las opciones se maneja un dispositivo para obturar el punto de fuga del crudo –que impedirí­a la formación de hielo–, un «disparo de basura» para tapar la rotura con escombros e incluso una válvula enteramente nueva.

«Manejamos muchas opciones «para detener el derrame»», sostuvo el jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, a la CNN este lunes, mientras mantení­an una lucha contra el tiempo para detener el derrame 80 kilómetros al sudoeste de Venice, Luisiana.

La Casa Blanca también intenta minimizar las consecuencias del desastre que amenaza con «contaminar» la agenda polí­tica y energética del propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El lunes en Washington Obama «se reunirá con miembros del gabinete y altos funcionarios en la Casa Blanca para analizar los esfuerzos de BP para detener el derrame y para decidir los pasos a seguir para asegurar que se haga todo lo posible para contener la propagación del crudo, mitigar el impacto ambiental y proveer asistencia a los estados afectados», indicó en un comunicado la Casa Blanca.

El pozo petrolero Deepwater Horizon gestionado por BP, se hundió el pasado 22 de abril, dos dí­as después de una explosión que mató a 11 personas.

El tubo vertical que habí­a sido conectado a la plataforma desde la cabeza del pozo ahora se encuentra fracturado en los fondos marinos a más de una milla de la superficie, arrojando petróleo a un ritmo de 5.000 barriles, u 800.000 litros, por dí­a.

Vista desde el aire, la marea negra en el mar viene rodeando las reservas de islas naturales frente a las costas de Luisiana y las bolas de alquitrán han llegado hasta la costa de Alabama, amenazando las playas turí­sticas.

La vida marina está siendo afectada en una región de tierras bajas que contiene zonas vitales de desove para los peces, camarones y cangrejos y es una parada importante para muchas especies migratorias de aves raras.

La industria pesquera de Luisiana ha sido parcialmente parada ante la eventualidad de que la pesca se encuentre contaminada.

BP pretendió cortar el derrame con una gigantesca cúpula de metal de 98 toneladas, que sumergió a 1.500 m de profundidad, pero el intento fracasó. «Actualmente se estudia la posibilidad de tapar la rotura con una bóveda más chica, lo que asegurarí­a que el crudo mezclado con el agua marina, genere mayor temperatura lo que impedirí­a la formación de hielo que se adhirió a la cúpula más grande imposibilitándola», según explicó el geoquí­mico David Valentine de la Universidad de California en Santa Bárbara.

El alimrante Thad Allen, jefe de la Guardia Costera, admitió que también están estudiando la posiblidad de efectuar un «disparo de basura» para tapar la arteria rota.

«Actualmente van a tomar un montón de escombros, neumáticos triturados, pelotas de golf y cosas por el estilo bajo una presión muy alta y la lanzarán contra el obturador roto para ver si pueden taparlo y detener la fuga», le dijo Allen, representante del gobierno de EEUU a la cadena de televisión CBS.

Esto podrí­a ser arriesgado, ya que los expertos advirtieron que de ocuparse excesivamente de la superficie del obturador dañado -un amplio sistema de 450 toneladas de válvulas que deberí­a cerrar la emanación del crudo- se podrí­a disparar el flujo sin control hasta 12 veces el promedio actual.

También se teme que la mancha, que cubre un área de cerca de 2.000 millas cuadradas (5.200 kilómetros cuadrados), pueda llegar hasta la pení­nsula de Florida arrastrado por una corriente del Golfo.

BP comenzó a perforar un pozo sustituto hace una semana, pero recién en tres meses estarí­a pronto, tiempo en el que unos 20 millones de galones de crudo habrí­an sido derramados al mar, arruinando el frágil ecosistema del Golfo.

CURIOSA Desde pelos hasta medias


Gente de todo el mundo ha estado donando su pelo, el de sus mascotas y sus pantys para construir barreras flotantes y esponjas para absorber la marea negra que se escapa de la plataforma Deepwater Horizon, operada por BP, que se hundió en el mar el 22 de abril, dos dí­as después de sufrir una explosión.

«Se ha inscrito gente de Francia, Inglaterra, España, Brasil, Australia, todo Canadá y Estados Unidos», cuenta Lisa Gautier, co-fundadora de la organización caritativa Matter of Trust que conecta productos reciclados, como el pelo, con causas que los necesitan, y que está coordinando la recogida de cabello, pelo de animal y pantys para luchar contra la marea negra.

«Hay 370.000 peluquerí­as mandando cabello, 100.000 salones de acicalamiento de mascotas, granjas de alpacas y ovejas», dijo Gautier a la AFP.

La cadena nacional de cuidado de mascotas Petco se unió al esfuerzo el jueves.

«Tenemos cerca de 1.000 salones repartidos por el paí­s y pienso que podemos enviar hasta una tonelada de pelaje por dí­a. Podemos marcar una diferencia real», dijo a la AFP la portavoz de la compañí­a, Brooke Simon.

Matter of Trust recibió hasta el viernes unos 204.000 kg de pelo humano y animal por dí­a y 50 personas y empresas se unen a la iniciativa cada minuto.

«El pelo retiene lo graso naturalmente. Siendo el petróleo graso, el cabello es como pan bendito», explica Daisye Suduran, directora del salón de belleza de un gran hotel de Nueva Orleans y responsable improvisada de la centralización de todo el cabello cortado en la ciudad.

Una vez rellenados con pelo, los pantys parecen salchichas gigantes de aproximadamente kilo y medio cada una.

«El Ejército vendrá a buscarlas para colocarlas en cajones de langostas. Hundirán esas jaulas 50 cm bajo el agua para absorber el petróleo», explica Daisye. Cuando estén llenos de crudo, serán retirados y «eliminados de una forma respetuosa con el medio ambiente», añade.

Estas barreras flotantes no son las mismas que se están instalando en las aguas del Golfo de México, que deben contener la marea negra en su progresión hacia los frágiles pantanos del Delta del Misisipi, mientras que las barreras y esponjas de pelo se dispondrán en las playas para absorber el petróleo arrastrado hasta la orilla.

Se cree que la idea de usar pelo para empapar petróleo surgió de un peluquero de Alabama, Phil McCrory, al observar a las nutrias marinas cubiertas de petróleo procedente del derrame del buque «Exxon Valdez» en Alaska, en 1989.

«Pensé, bueno, si las nutrias se estaban empapando con el petróleo, entonces el pelo que yo barrí­a deberí­a de hacer lo mismo», dijo el peluquero en una entrevista con la National Public Radio (NPR) en 2008.

McCrory recogió pelo del suelo de la peluquerí­a, se lo llevó a casa, lo puso «en uno de los pantys de mi mujer» y lo usó para juntar y recoger un vertido que hizo en su piscina.

«En un minuto y medio, tení­a el agua limpia y todo el petróleo estaba en los pantys rellenos de pelo», relató.

El cabello y el pelo absorben de cuatro a seis veces su peso en petróleo, lo cual no es desdeñable, explica Peter Lane, presidente de Applied Fabric Technologies Inc., el segundo mayor fabricante de barreras flotantes contra el petróleo del mundo.

Pero estas barreras no son tan buenas como las industriales, rellenas con microfibras sintéticas y que pueden absorber hasta 15 veces su peso en petróleo, añade.