Cuando falta un año para que se convoque a elecciones generales, varias organizaciones políticas ya iniciaron sus abiertas o solapadas campañas de proselitismo, pero no todos esos colectivos han sido medidos con el mismo rasero, porque se canceló la inscripción de grupos como Victoria y Lider, pero no se procede de igual forma con la UNE, la Gana y el Partido Patriota.
Primero fue el Comité Victoria el que sucumbió ante la insospechada severidad de don Miguelito Solís, director del Registro de Ciudadanos, porque esa naciente organización política colocó vallas en diferentes puntos estratégicos, exhortando a los guatemaltecos a que se adhirieran a ese grupo, a fin de acumular las suficientes firmas para solicitar su inscripción como partido político, con el rostro en las bardas del diputado Abraham Rivera, secretario general a.i de Victoria. Por más argumentos que los abogados de la organización plantearon en su apelación al Tribunal Supremo Electoral, los magistrados no están para complacer a un comité que había logrado recolectar 50 mil firmas en todo el país. Tajantes. Impertérritos. Inconmovibles.
El diputado Manuel Baldizón movilizó a cientos de sus seguidores frente al edificio donde funciona el TSE, para influir en la inscripción de su grupo político, pero sin darle tiempo a parpadear al petenero que llegó al Congreso con la bandera de la UNE, las autoridades electorales también le negaron la inscripción al Lider, por haber colocado vallas que promovían al político impecablemente peinado. El diputado en receso, Baldizón, pataleó y gastó un chorro de pisto en publicaciones mediáticas, pero la contundente resolución de don Miguelito no ha variado: Se presume que el Lider no estará en la contienda electoral del año entrante.
Lo raro, por decirlo con respeto a las autoridades electorales, es que ni la UNE ni el Partido Patriota han cesado de reclamar públicamente las simpatías de los electores, sin llamar a votar por sus precandidatos, por supuesto, como tampoco lo hicieron Victoria y Lider; pero la señora y los señores del TSE le han hecho ojo pache a don Miguelito para que no se dé por enterado, y ahí están doña Sandra y don Otto tan campantes, como si a ellos las normas electorales les hicieran los mandados, en tanto que la Gana retiró sus vallas, aparentemente sin haber sido apercibida previamente.
Cabe advertir que la señora De Colom no ha declarado que desea suceder a su marido, porque son los medios los que se encargan voluntariamente en resaltar su genio y figura; mientras que el militar Pérez Molina no esconde sus fervientes deseos de servir a la Patria, con sudor, lágrimas y aplausos. Y el TSE se hace de la vista gorda.
(El analfabeto Romualdo Tishudo le pregunta a cierto político de relumbrón: -¿Qué es la infidelidad? El líder replica: -Cuando uno deja de mirarse en el espejo).