Inter de Milán, en busca de un histórico «triplete» Serie A-Copa de Italia-Liga de Campeones, busca mañana un triunfo ante el Chievo con el que avanzar hacia el campeonato nacional, en la 37ª jornada, donde la Roma recibe al Cagliari sin margen para el error.
Los romanos están a dos puntos del Inter, que depende de sí mismo para conquistar el título y que llegan con la moral reforzada, después de conquistar el miércoles la Copa italiana con un triunfo por 1-0 sobre el equipo de la capital.
Ante el Chievo, los hombres de Mourinho parten como claros favoritos y sólo una gran sorpresa impediría un triunfo frente a una formación que está duodécima en la tabla, con la permanencia asegurada y sin nada en juego.
Muy atenta a lo que ocurra en San Siro estará la Roma, que recibe en el Olímpico al Cagliari (14º).
En el caso de que el club de la capital venza, el Inter tendría que esperar a la última jornada, donde se mide al Siena, para ser campeón.
Si lo consigue este mismo domingo, podría ganar tiempo para preparar con mayor intensidad su gran cita de la temporada: la final europea del 22 de mayo ante el Bayern Múnich en el Santiago Bernabéu de Madrid.
En caso de igualdad a puntos, son las confrontaciones directas las que deciden y en ese caso es la Roma quien sale beneficiada, ya que empató 1-1 en Milán y ganó 2-1 como local, en sus dos enfrentamientos ligueros de esta campaña.
La tercera plaza, que permite clasificarse directamente para la Champions, parece destinada al Milan, que cuenta con cuatro puntos de margen sobre la Sampdoria. El club «rossonero» se desplaza el domingo al campo de los «vecinos» de su adversario, el Génova (8º).
La cuarta posición, acceso a la fase preliminar de la principal competición europea de clubes, se disputa entre la «Samp» (4º con 63 puntos) y el Palermo (5º con 61). Ambos equipos se enfrentan precisamente en suelo siciliano, en un choque con aire de final.
En la parte baja de la tabla, Livorno y Siena están ya descendidos, pero el Atalanta conserva una pequeña esperanza. Para seguir con ella, ganar en Nápoles es obligatorio.