Dos policí­as fueron muertos en Bangkok


Dos policí­as fueron muertos en ataques cerca del lugar que ocupan los manifestantes antigubernamentales en Bangkok, haciendo aumentar de nuevo la tensión en medio de las negociaciones para salir de la crisis en Tailandia.

Por Anusak Konglang

Los manifestantes antigubernamentales -los «camisas rojas»- desmintieron estar implicados en estas violencias y aseguraron que éstas no afectarí­an las negociaciones.

El balance al cabo de dos meses de manifestaciones y varios brotes de violencia se eleva ahora a 29 muertos y unos mil heridos.

Los ataques con granadas tuvieron lugar en la madrugada del sábado contra un puesto de control de la policí­a en las inmediaciones del campamento de los manifestantes.

Un policí­a de 35 años falleció en el hospital, según una fuente hospitalaria. Cinco otros policí­as y tres militares quedaron heridos por la explosión.

Poco antes, un hombre disparó en el barrio de los negocios de Bangkok, matando a un policí­a e hiriendo a otros dos funcionarios y a dos civiles.

«Dos policí­as fueron muertos. Pienso que alguien no desea que esas manifestaciones terminen», declaró el general Prawut Thavornsiri, portavoz de la policí­a.

«Los camisas rojas siempre son partidarios de la no-violencia y no tenemos nada que ver con esos incidentes», dijo ante sus partidarios Weng Tojirakarn, uno de los dirigentes de la oposición.

«Esto demuestra que en nada favorece que las fuerzas del orden sigan estacionadas en Silom», agregó, pidiendo al primer ministro, Abhisit Vejjajiva, suspender el estado de urgencia y retirar las tropas.

La zona está bajo vigilancia de la policí­a antimotines desde que los «rojos», que se reclaman del ex primer ministro en exilio Thaksin Shinawatra y exigen la dimisión de Abhisit y elecciones anticipadas, la ocuparon hace ocho semanas.

Este nuevo estallido de violencia se produce cuando parecí­a esbozarse una salida de crisis.

La hoja de ruta para la reconciliación propuesta por Abhisit Vejjajiva, y que comprende elecciones legislativas anticipadas el 14 de noviembre, habí­a recibido el martes una acogida favorable de los «camisas rojas».

El jueves, el primer ministro habí­a prometido disolver la cámara baja del Parlamento en la segunda quincena de septiembre, abriendo la ví­a a elecciones anticipadas en la esperanza de vencer la desconfianza de los manifestantes.

Pero los diferentes partidos siguen tratando de superar sus divergencias sobre la fecha de la disolución del parlamento, antes de la celebración de la elección legislativa.

«Necesitamos la cooperación de todo el mundo para que la paz vuelva a Tailandia», destacó el viernes el vice primer ministro, Suthep Thaugsuban. «Todo el mundo debe poner de su parte para evitar la violencia», agregó.

Para complicar aún más la situación, los enemigos jurados de los «rojos», los «camisas amarillas», monarquistas y teóricamente favorables a Abhisit, denunciaron la debilidad de éste y exigieron anulase las elecciones anticipadas.