Pyongyang reafirma su amistad a Pekí­n


El dirigente norcoreano, Kim Jong-Il, aseguró a su homólogo chino, Hu Jintao, que los ví­nculos entre los dos paí­ses no sufrirán por un cambio de generación, informó hoy la agencia de prensa norcoreana KCNA, en momentos en que las especulaciones circulan sobre la sucesión.


«La larga amistad entre la República popular democrática de Corea (RPDC, Corea del Norte) y China se mantendrá sin cambios a pesar del tiempo que pasa y el reemplazo de una generación por una nueva, pues ella resistió a las tempestades y a las pruebas de la Historia», declaró Kim Jong-Il, citado por la agencia oficial KCNA.

Las declaraciones de Kim en el marco de su visita esta semana a China, se producen cuando circulan las especulaciones sobre la preferencia dada por el número uno de Pyongyang a su tercer hijo, Jong-Un, para sucederle a la cabeza del paí­s.

Si las declaraciones de amistad recí­proca entre Corea del Norte y su aliado chino son numerosos durante este tipo de cumbres, estas nuevas garantí­as se producen cuando la cuestión de la sucesión adquirió una nueva dimensión desde el ataque cerebral que habrí­a sufrido Kim Jong-Il, de 67 años, en agosto de 2008.

«Es interesante notar que esta retórica se repite en momentos en que el Norte parecerí­a preparar a Jong-Un» para la sucesión, destacó Kim Yong-Hyun de la universidad de Dongguk en Seúl.

«No me sorprenderí­a que durante la visita, los norcoreanos hayan informado a los chinos de sus proyectos en cuanto a una eventual sucesión por este hijo (…)», agregó.

En 2009, los servicios secretos surcoreanos afirmaban ya que Kim Jong-Un, nacido en 1983 y formado en instituciones suizas, habí­a sido designado por su padre para sucederle.

Kim Jong-Il culminó el viernes una visita a China, la primera desde 2006, rodeado del mayor secreto y durante la cual, según Pekí­n, se declaró dispuesto a reiniciar las negociaciones sobre su programa nuclear de las cuales su paí­s se habí­a retirado el año pasado.

Sobre este tema, el número uno norcoreano repitió que su paí­s es favorable al desarme atómico por la ví­a del diálogo, según KCNA.

Pekí­n es el anfitrión de estas difí­ciles conversaciones iniciadas en agosto de 2003, las que reúnen de manera intermitente a las dos Coreas, Japón, Estados Unidos, Rusia y China.