Medvedev crí­menes de Stalin


Un guardia de honor de Rusia enciende la antorcha frente a la Tumba del Soldado Desconocido, en Moscú, en los actos conmemorativos de la Segunda Guerra Mundial. FOTO LA HORA: AFP VIKTOR DRACHEV

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, criticó hoy al régimen «totalitario» de la Unión Soviética y los crí­menes «imperdonables» cometidos por el dictador soviético Joseph Stalin, en un gesto sumamente simbólico destinado a modernizar la imagen de Rusia.


En una larga entrevista publicada por el diario Izvestia, cuando faltan dos dí­as para la conmemoración del 65º aniversario de la victoria sobre los nazis en presencia de invitados extranjeros, Medvedev separó explí­citamente la hazaña del Ejército Rojo, que «junto con los aliados liberó a Europa» de los nazis, de los crí­menes cometidos luego por la Unión Soviética.

«La Unión Soviética era un Estado muy complicado, y para ser honesto, el régimen que fue instaurado en la Unión Soviética (…) sólo puede ser calificado de totalitario», donde «los derechos y las libertades elementales fueron suprimidos», declaró.

El presidente ruso reconoció indirectamente que el dominio soviético en Europa del Este luego de la victoria pudo ser doloroso para esos paí­ses.

«Es absurdo afirmar que el perí­odo de la posguerra sólo aportó prosperidad a los paí­ses liberados», agregó.

«Hay que separar la misión del Ejército Rojo y de la Unión Soviética durante la guerra y lo que sucedió después», insistió.

Estas declaraciones concuerdan con las señales de apertura en Moscú sobre la cuestión de la ejecución de oficiales polacos en Katyn por orden de Stalin, que envenenaba las relaciones entre Rusia y Varsovia, a través de la publicación de archivos en internet.

El jefe del Estado ruso también condenó nuevamente los crí­menes stalinistas, mientras desde hace varias semanas se desarrolla una polémica en Rusia por la iniciativa de algunos veteranos y de la alcaldí­a de Moscú de glorificar al dictador exhibiendo sus retratos el 9 de mayo.

«Stalin cometió una cantidad de crí­menes contra su propio pueblo. Y a pesar de que trabajó mucho, a pesar de que bajo su liderazgo el paí­s tuvo muchos éxitos, lo que hizo a su propio pueblo no puede ser perdonado», subrayó Medvedev.

El reino del dictador soviético Joseph Stalin estuvo marcado por un régimen de terror y por la ejecución sumaria o el enví­o a los gulags de millones de personas.

Sin embargo, existe una actitud ambigua respecto a Stalin en Rusia, donde es considerado simultáneamente como un tirano y como el padre de la victoria sobre los nazis, y donde 54% de la población sigue admirando su liderazgo, según una reciente encuesta.

«Todo el mundo comprende que el paí­s habrí­a podido prepararse mejor para la guerra si no hubiera habido represión contra los jefes militares», insistió Medvedev.

Su predecesor, el actual primer ministro, Vladimir Putin, rara vez criticó al régimen soviético e incluso llegó a calificar en 2005 la caí­da de la URSS como «la mayor catástrofe geopolí­tica» del siglo XX.

Medvedev «hizo una declaración muy fuerte, esperada desde hací­a tiempo», señaló el defensor de los derechos humanos Lev Ponomarev, uno de los crí­ticos más virulentos del Kremlin.

Según el politólogo Alexander Konovalov, las declaraciones de Medvedev, difundidas en forma ininterrumpida en los principales canales de televisión rusos, «contribuirán a restablecer la verdad histórica».

«El se esfuerza en cambiar poco a poco a la opinión pública», señaló Konovalov, del Instituto de Evaluaciones Estratégicas, destacando también la importancia de la presencia por primera vez en el desfile en la Plaza Roja de soldados de paí­ses de la OTAN.

Las declaraciones de Medvedev «están destinadas a mejorar la imagen de Rusia. Están dirigidas a Occidente y a los liberales rusos, pero no tienen influencia en las elites rusas», advirtió Nikolai Petrov, del Centro Carnegie.