América Latina acusa recibo de crisis griega


La bolsa de Frankfurt, la más grande de Europa, se resintió hoy por la inestabilidad de la Eurozona, a raí­z del conflicto financiero de Grecia. FOTO LA HORA: AFP THOMAS LOHNES

Acostumbrada durante décadas a ser epicentro de innumerables crisis de deuda soberana, América Latina se encuentra ahora en una posición de testigo de la que afecta a Grecia y amenaza a Europa, y los analistas coinciden en que si bien existen riesgos, la región aguanta firme el cimbronazo.


La situación fiscal de la mayorí­a de las naciones latinoamericanas es estable y sostenible; la inflación está en general bajo control y los últimos años han sido de crecimiento sostenido.

«La crisis de Grecia afectará a América Latina dependiendo de cómo evolucione. Va a depender si termina frenando la liquidez en los mercados mundiales», resumió Raúl Feliz, del Centro de Investigaciones y Docencias Económicas de México (CIDE)..

«Dependerá de si los bancos europeos entran en una situación de quiebra o pérdidas masivas; de ser así­ sí­ afectarí­a a México y América Latina», afirmó. De todos modos, si eso ocurriera «para que se traslade a América Latina falta tiempo y lo veo poco probable», concluyó.

A pesar de que no ha tenido un impacto notorio en los paí­ses al sur del Rí­o Bravo, la debacle griega revive en la memoria de los latinoamericanos las terribles imágenes de Argentina devastada por la crisis de 2001, que quebró al paí­s económica e institucionalmente, con duros efectos sobre sus vecinos.

«Existen paralelismos desconcertantes entre la catastrófica década argentina 1991-2001, que finalizó con la quiebra del Estado, y Grecia», decí­an recientemente Peter Boone, de la London School of Economics, y Simon Johnson, del Instituto Peterson de Economí­a Internacional, en un artí­culo conjunto.

Economistas argentinos consultados por la AFP opinaron que la pertenencia de Grecia a la Unión Europea terminará salvándola de un default como el que declaró Argentina sobre 90.000 millones de dólares de su deuda, que aún intenta componer.

«Grecia forma parte de la UE y a pesar de sus debilidades, se supone que habrá un compromiso para tratar de evitar el default», vaticinó Leonardo Bleger.

«Argentina estaba aislada, Grecia es miembro de la Eurozona. Un eventual default griego serí­a de un costo muy elevado a diferencia de Argentina en aquel momento. Porque en el caso de Grecia hay riesgos sistémicos en otros paí­ses de la Unión Europea», estimó Alejandro Vinitzky, de la consultora Maxinver.

Termómetros precisos del humor de los inversores, las principales bolsas latinoamericanas reflejaron el temor a un default de Grecia y un contagio hacia paí­ses fuertemente endeudados como España o Portugal, que podrí­a afectar la todaví­a inestable recuperación económica global.

La Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor y más internacionalizada de la región, fue entre las latinoamericanas la que registró mayor retroceso en abril, con caí­da de 4%, seguida por la segunda bolsa regional, la mexicana (-1,74%). Los í­ndice peruano, chileno y argentino, con volúmenes menores de operación, cerraron en positivo.

El primer signo de influencia en América Latina de los problemas griegos, es que los inversores están abandonando «los activos más riesgosos, especialmente en bolsas de paí­ses emergentes como Brasil», explicó la economista Alessandra Ribeiro, de la consultora brasileña Tendencias.

Ribeiro dijo sin embargo que no ve ninguna señal que indique que la tensión en Europa pueda propagarse con fuerza a las bolsas locales.

En materia de financiamiento, esta región, globalmente bien posicionada para emitir deuda, deberá prestar atención, según Gabriel Pérez, director de la Facultad de Economí­a de la Universidad Panamericana en México.

«Esta «tragedia griega» provocará presiones al alza en las tasas de los tí­tulos de la mayorí­a de las deudas de América Latina. (…) El mercado de bonos ya está muy estresado por lo que ha ocurrido en los últimos meses en el mundo», opinó.

En el plano comercial, los eventuales efectos de la situación en Europa podrí­an tardar en sentirse, y vendrí­an de la mano de una caí­da de la demanda en el viejo continente.

«Si la cuestión de Grecia se acentúa, si comienza a haber grandes dudas en relación a la capacidad de los paí­ses europeos para superar esa crisis, ahí­ sí­ se tendrá una crisis en Europa que afectará la exportación como un todo en el escenario internacional», afirmó Lia Valls, coordinadora del Centro de Estudios de Comercio Exterior de la Fundación brasileña Getulio Vargas.

Algunos encienden las alertas contra un exceso de optimismo sobre la fortaleza económica de América Latina.

El influyente periódico Financial Times, opinó en un editorial el miércoles que «el mayor peligro financiero que enfrenta América Latina es la complacencia, especialmente Brasil». «Después de todo, las peores caí­das se producen cuando uno se pavonea», remarcó.

BOLSAS Desplome


Las principales bolsas europeas (Londres, Parí­s, Fráncfort, Madrid) se desplomaban hoy y Wall Street sufrí­a fuertes pérdidas, en un mercado muy nervioso por los riesgos de contagio de la crisis griega en la zona euro.

El desplome de las plazas financieras europeas era general hacia las 14H00 GMT, con la Bolsa de Parí­s a la cabeza, cediendo más del 5%.

Londres perdí­a 4,1%, Fráncfort 3,49%, Madrid 4,26%, Milán más del 4% y Lisboa 3,41%. De su lado, las operaciones de la bolsa de Milán fueron suspendidas por «problemas técnicos», según se informó en forma oficial.

En la misma sintoní­a, la Bolsa de Nueva York aceleraba su descenso el viernes: el Dow Jones perdí­a 2,25% y el Nasdaq 3,52%.

La tormenta también castigó las bolsas de Asia, mientras que la moneda europea permanecí­a presionada frente al dólar.

Hacia las 13H10 GMT, el euro valí­a 1,2707 dólares, contra 1,2644 USD la ví­spera a la noche. El jueves, la moneda única europea alcanzó su nivel más bajo desde marzo de 2009 frente al billete verde, cambiándose a 1,2523 dólares.

Esta nueva caí­da de las bolsas europeas y Wall Street tiene lugar casi en forma simultánea con el inicio de una cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de gobierno de los 16 paí­ses de la zona euro para dar «un respaldo definitivo al apoyo a Grecia».

Asimismo, los ministros de Finanzas del G7, los siete paí­ses más industrializados -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón- anunciaron que mantendrí­an una conferencia telefónica este viernes dedicada a la crisis de la deuda griega.

El ministro japonés de Finanzas, Naoto Kan, excluyó medidas concertadas del G7 para respaldar al euro. «No creo que haya pedidos para intervenir» durante la conferencia telefónica, declaró.

Mientras que las televisoras del mundo entero difundí­an en continuo las imágenes de los enfrentamientos entre policí­as y manifestantes en Atenas, los mercados de Asia continuaban cediendo al igual que la ví­spera.

En la Bolsa de Tokio, el í­ndice Nikkei de los principales valores cedió 3,74% a media sesión, cumulando una pérdida de casi 7% en dos dí­as.

«La razón de la caí­da, todo el mundo la conoce: Grecia. El mercado toma en cuenta la posibilidad de que el problema griego se extienda a España y a Portugal», explicó Hideaki Higashi, analista de SMBC Friend Securities.

La caí­da de Tokio se vio amplificada por el rápido ascenso los últimos dí­as del yen, tradicional valor refugio en tiempos de crisis, un fenómeno que penaliza a los exportadores japoneses. Los tí­tulos de Sony, Panasonic o Nintendo cedí­an más de 5%.

El jueves, el í­ndice Dow Jones terminó cediendo 3,20% y el Nasdaq 3,44%. El Dow Jones llegó a perder 998,50 puntos -su máximo histórico- en pocos minutos en sesión.

La debacle se extendió a las plazas latinoamericanas. La mayor de la región, Sao Paulo perdió 2,31%, Buenos Aires se hundió 5,41%, México bajó 1,86%, Colombia cayó 2,84% y Santiago 1,04%.

En Europa, la bolsa de Londres habí­a perdido antes 1,52%, Parí­s 2,20% y Fráncfort 0,88%. La bolsa de Madrid cedió 2,93% y la de Milán 4,26%. Paradójicamente, la bolsa de Atenas tuvo un leve repunte de 0,98%.