Acostumbrada durante décadas a ser epicentro de innumerables crisis de deuda soberana, América Latina se encuentra ahora en una posición de testigo de la que afecta a Grecia y amenaza a Europa, y los analistas coinciden en que si bien existen riesgos, la región aguanta firme el cimbronazo.
La situación fiscal de la mayoría de las naciones latinoamericanas es estable y sostenible; la inflación está en general bajo control y los últimos años han sido de crecimiento sostenido.
«La crisis de Grecia afectará a América Latina dependiendo de cómo evolucione. Va a depender si termina frenando la liquidez en los mercados mundiales», resumió Raúl Feliz, del Centro de Investigaciones y Docencias Económicas de México (CIDE)..
«Dependerá de si los bancos europeos entran en una situación de quiebra o pérdidas masivas; de ser así sí afectaría a México y América Latina», afirmó. De todos modos, si eso ocurriera «para que se traslade a América Latina falta tiempo y lo veo poco probable», concluyó.
A pesar de que no ha tenido un impacto notorio en los países al sur del Río Bravo, la debacle griega revive en la memoria de los latinoamericanos las terribles imágenes de Argentina devastada por la crisis de 2001, que quebró al país económica e institucionalmente, con duros efectos sobre sus vecinos.
«Existen paralelismos desconcertantes entre la catastrófica década argentina 1991-2001, que finalizó con la quiebra del Estado, y Grecia», decían recientemente Peter Boone, de la London School of Economics, y Simon Johnson, del Instituto Peterson de Economía Internacional, en un artículo conjunto.
Economistas argentinos consultados por la AFP opinaron que la pertenencia de Grecia a la Unión Europea terminará salvándola de un default como el que declaró Argentina sobre 90.000 millones de dólares de su deuda, que aún intenta componer.
«Grecia forma parte de la UE y a pesar de sus debilidades, se supone que habrá un compromiso para tratar de evitar el default», vaticinó Leonardo Bleger.
«Argentina estaba aislada, Grecia es miembro de la Eurozona. Un eventual default griego sería de un costo muy elevado a diferencia de Argentina en aquel momento. Porque en el caso de Grecia hay riesgos sistémicos en otros países de la Unión Europea», estimó Alejandro Vinitzky, de la consultora Maxinver.
Termómetros precisos del humor de los inversores, las principales bolsas latinoamericanas reflejaron el temor a un default de Grecia y un contagio hacia países fuertemente endeudados como España o Portugal, que podría afectar la todavía inestable recuperación económica global.
La Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor y más internacionalizada de la región, fue entre las latinoamericanas la que registró mayor retroceso en abril, con caída de 4%, seguida por la segunda bolsa regional, la mexicana (-1,74%). Los índice peruano, chileno y argentino, con volúmenes menores de operación, cerraron en positivo.
El primer signo de influencia en América Latina de los problemas griegos, es que los inversores están abandonando «los activos más riesgosos, especialmente en bolsas de países emergentes como Brasil», explicó la economista Alessandra Ribeiro, de la consultora brasileña Tendencias.
Ribeiro dijo sin embargo que no ve ninguna señal que indique que la tensión en Europa pueda propagarse con fuerza a las bolsas locales.
En materia de financiamiento, esta región, globalmente bien posicionada para emitir deuda, deberá prestar atención, según Gabriel Pérez, director de la Facultad de Economía de la Universidad Panamericana en México.
«Esta «tragedia griega» provocará presiones al alza en las tasas de los títulos de la mayoría de las deudas de América Latina. (…) El mercado de bonos ya está muy estresado por lo que ha ocurrido en los últimos meses en el mundo», opinó.
En el plano comercial, los eventuales efectos de la situación en Europa podrían tardar en sentirse, y vendrían de la mano de una caída de la demanda en el viejo continente.
«Si la cuestión de Grecia se acentúa, si comienza a haber grandes dudas en relación a la capacidad de los países europeos para superar esa crisis, ahí sí se tendrá una crisis en Europa que afectará la exportación como un todo en el escenario internacional», afirmó Lia Valls, coordinadora del Centro de Estudios de Comercio Exterior de la Fundación brasileña Getulio Vargas.
Algunos encienden las alertas contra un exceso de optimismo sobre la fortaleza económica de América Latina.
El influyente periódico Financial Times, opinó en un editorial el miércoles que «el mayor peligro financiero que enfrenta América Latina es la complacencia, especialmente Brasil». «Después de todo, las peores caídas se producen cuando uno se pavonea», remarcó.
Las principales bolsas europeas (Londres, París, Fráncfort, Madrid) se desplomaban hoy y Wall Street sufría fuertes pérdidas, en un mercado muy nervioso por los riesgos de contagio de la crisis griega en la zona euro.
El desplome de las plazas financieras europeas era general hacia las 14H00 GMT, con la Bolsa de París a la cabeza, cediendo más del 5%.
Londres perdía 4,1%, Fráncfort 3,49%, Madrid 4,26%, Milán más del 4% y Lisboa 3,41%. De su lado, las operaciones de la bolsa de Milán fueron suspendidas por «problemas técnicos», según se informó en forma oficial.
En la misma sintonía, la Bolsa de Nueva York aceleraba su descenso el viernes: el Dow Jones perdía 2,25% y el Nasdaq 3,52%.
La tormenta también castigó las bolsas de Asia, mientras que la moneda europea permanecía presionada frente al dólar.
Hacia las 13H10 GMT, el euro valía 1,2707 dólares, contra 1,2644 USD la víspera a la noche. El jueves, la moneda única europea alcanzó su nivel más bajo desde marzo de 2009 frente al billete verde, cambiándose a 1,2523 dólares.
Esta nueva caída de las bolsas europeas y Wall Street tiene lugar casi en forma simultánea con el inicio de una cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de gobierno de los 16 países de la zona euro para dar «un respaldo definitivo al apoyo a Grecia».
Asimismo, los ministros de Finanzas del G7, los siete países más industrializados -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón- anunciaron que mantendrían una conferencia telefónica este viernes dedicada a la crisis de la deuda griega.
El ministro japonés de Finanzas, Naoto Kan, excluyó medidas concertadas del G7 para respaldar al euro. «No creo que haya pedidos para intervenir» durante la conferencia telefónica, declaró.
Mientras que las televisoras del mundo entero difundían en continuo las imágenes de los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Atenas, los mercados de Asia continuaban cediendo al igual que la víspera.
En la Bolsa de Tokio, el índice Nikkei de los principales valores cedió 3,74% a media sesión, cumulando una pérdida de casi 7% en dos días.
«La razón de la caída, todo el mundo la conoce: Grecia. El mercado toma en cuenta la posibilidad de que el problema griego se extienda a España y a Portugal», explicó Hideaki Higashi, analista de SMBC Friend Securities.
La caída de Tokio se vio amplificada por el rápido ascenso los últimos días del yen, tradicional valor refugio en tiempos de crisis, un fenómeno que penaliza a los exportadores japoneses. Los títulos de Sony, Panasonic o Nintendo cedían más de 5%.
El jueves, el índice Dow Jones terminó cediendo 3,20% y el Nasdaq 3,44%. El Dow Jones llegó a perder 998,50 puntos -su máximo histórico- en pocos minutos en sesión.
La debacle se extendió a las plazas latinoamericanas. La mayor de la región, Sao Paulo perdió 2,31%, Buenos Aires se hundió 5,41%, México bajó 1,86%, Colombia cayó 2,84% y Santiago 1,04%.
En Europa, la bolsa de Londres había perdido antes 1,52%, París 2,20% y Fráncfort 0,88%. La bolsa de Madrid cedió 2,93% y la de Milán 4,26%. Paradójicamente, la bolsa de Atenas tuvo un leve repunte de 0,98%.