El líder conservador David Cameron ofreció hoy a los liberal demócratas de Nick Clegg un acuerdo «global» de gobierno para poner fin a la incertidumbre creada por las elecciones británicas, pero el primer ministro Gordon Brown anunció que todavía no se rinde.
«Quiero hacer una oferta grande, abierta y global a los liberal demócratas», declaró Cameron, el ambicioso político de 43 años que espera volver a llevar a los conservadores al poder por primera vez desde 1992, en Londres, sin precisar si estaba proponiendo una coalición o un acuerdo de gobierno a la tercera fuerza parlamentaria británica.
«Creo que tenemos una base fuerte para un gobierno fuerte», agregó Cameron, cuyo partido ganó los comicios de ayer pero sin lograr la mayoría absoluta necesaria para desalojar a Brown de Downing Street.
El líder conservador destacó su coincidencia en la necesidad de llevar a cabo una reforma «urgente» del sistema político, aunque reiteró su apoyo con matices al sistema electoral uninominal mayoritario vigente que Clegg prometió cambiar radicalmente durante la campaña.
Sin embargo, también puso sobre la mesa algunos de los temas en los que existen más divergencias, como la relación con Europa, la inmigración o el sistema de disuasión nuclear, y dijo que no descartaba la opción de gobernar «en minoría».
La oferta de Cameron se produjo después de que Clegg, que podría tener la llave del próximo gobierno pese a unos resultados decepcionantes, declarara que los conservadores tenían «prioridad» para tratar de formar gobierno.
Según los resultados oficiales, los «Tories» disponen de 306 diputados en la Cámara de los Comunes, 20 menos que la mayoría absoluta fijada en 326 escaños, los laboristas 258, los liberal demócratas 57.
El último escaño, el de Thirsk and Malton (noroeste de Inglaterra), se decidirá el 27 de mayo tras el aplazamiento de la elección por la muerte de un candidato.
Después de 13 años en el poder, esto es un nuevo golpe para los laboristas, que desde anoche declararon su intención de aferrarse al poder buscando una coalición con los Lib Dems.
«Cameron y Clegg tienen claramente derecho a tomarse el tiempo que crean necesario», declaró este viernes el primer ministro sin conceder por ello la derrota, la más severa que sufre su partido desde 1983.
Y si estas discusiones «no dan nada», agregó inmediatamente, «entonces por supuesto estaría dispuesto para hablar con Clegg de los temas en los que puede haber algún tipo de acuerdo entre nuestros dos partidos», citando como su rival la reforma del sistema electoral en primer lugar.
Según la convención constitucional británica, el primer ministro saliente, en este caso Brown, de 59 años, puede o bien dimitir o bien mantenerse en el poder para tratar de formar un gobierno.
Brown reiteró hoy en un comunicado divulgado por Downing Street que su «deber como primer ministro es dar todos los pasos para garantizar que Gran Bretaña tiene un gobierno fuerte, estable y de principios».
El proceso de negociación hasta la formación de un gobierno podría ser largo y complicado. La última vez que hubo un parlamento sin mayoría, en 1974 y también en contexto de crisis económica, se convocaron nuevos comicios a los pocos meses.
La incertidumbre sobre el futuro político empezó a tener consecuencias en la economía, cuando Gran Bretaña se recupera a duras penas de la recesión.
La libra esterlina tocó hoy un mínimo en más de un año frente al dólar, y se derrumbó ante el euro, mientras que la tendencia en la bolsa de Londres era a la baja.
«Cuanto más se alarguen las discusiones políticas, más nerviosos se pondrán los mercados», resumió Ben Potter de IG Markets.
La jornada electoral, en la que se registró una participación del 65%, superior a la de 2005, estuvo empañada por problemas en los colegios electorales, donde miles de personas se quedaron sin votar, algunos por las largas colas y otros por la falta de papeletas.
Partido Conservador (David Cameron): 306
Partido Laborista (Gordon Brown): 258
Partido Liberal Demócrata (Nick Clegg): 57
Otros: 28
Falta: 1
Escaños totales: 650
Mayoría absoluta: 326
Participación: 65,1%
En la cámara saliente, los laboristas tenían 345 escaños, los conservadores 193 y los liberales demócratas 63.
El primer ministro laborista británico, Gordon Brown, declaró hoy que estaba dispuesto a negociar con los liberales demócratas en caso de que el partido conservador de David Cameron, vencedor de los comicios en votos y escaños, no llegue a un acuerdo con la formación de Nick Clegg.
En una breve comparecencia ante la prensa en Downing Street, Brown dijo «entender» y «respetar» la posición de Clegg, quien poco antes señaló que correspondía a los conservadores, en tanto que partido mayoritario, tratar de formar gobierno.
«Cameron y Clegg deben claramente tener derecho a tomar el tiempo que sientan necesario», dijo.
Pero inmediatamente agregó: «Si las discusiones entre Cameron y Clegg no dan nada, entonces por supuesto estaría preparado para hablar con Clegg de los temas en los que puede haber algún tipo de acuerdo entre nuestros dos partidos», dijo Brown en una declaración en Downing Street.