A pesar que organismos internacionales de crédito, algunos diputados y autoridades del Tesoro han manifestado que todavía es manejable la deuda del Estado guatemalteco, la diputada Nineth Montenegro mostró preocupación por la cifra que se elevó ya a Q80 millardos.
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Con la aprobación del paquete de Bonos del Tesoro por Q4 mil 500 millones anoche, el Estado de Guatemala llegó a esa suma de endeudamiento interno y externo que choca de frente «con una economía caracterizada por ingresos fiscales precarios», dijo Montenegro.
Asimismo, porque el Estado en su conjunto realmente no ha priorizado el espíritu que mueve al recurso del endeudamiento, que es para suplir las deficiencias de fondos presupuestarios básicamente para cumplir con educación, salud y seguridad, «que ese paquete no contempla», dijo.
Otro factor que orilla buscar soluciones fáciles para reparar el déficit a través del endeudamiento se debe a la falta de voluntad política del Estado para combatir la evasión fiscal y el contrabando, que debilitan la recaudación y la disponibilidad de recursos frescos, analizó la legisladora.
COCINADO
Criticó que la distribución de los recursos económicos aprobados tengan un destino distinto a las necesidades reales, tal el caso de Q320 millones para obras que los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocodes) decidirán, con la incógnita si serán influenciables políticamente más adelante, expresó.
O el pago de Q100 millones para honrar un contrato del MP para pagar computadoras y personal a una empresa particular, mientras al Inacif no se le otorgan mayores recursos a pesar que deber cumplir con análisis de pruebas de miles de casos penales, solicitados incluso por la CICIG, refirió.
La mayoría de decisiones de a quién se le quita y a quién se le pone, como en este caso que buena parte del dinero servirá para que realicen pagos el Micivi y Covial y a otras empresas, «ya no se hace en el Congreso», aseguró Montenegro.
«Dicho por propias personas que a mí me merecen credibilidad, esto se discute previamente en otra instancia, en la sexta avenida y aquí las cosas ya vienen cocinadas, quiere decir que no solo la oposición está diezmada sino se ha perdido el rumbo», enfatizó.