Editorial



Cuando se habla de publicaciones sobre el apasionante tema de la polí­tica, muchas veces se piensa en perí­odos electorales y en temas que son parte del chisme que rodea a esa actividad pero pocas veces en la enorme importancia y trascendencia que para la vida de una sociedad tiene el accionar polí­tico, la vida de los partidos y el comportamiento de sus dirigentes. Hoy La Hora coloca en sus manos el primer número de su nuevo Suplemento Polí­tico, diseñado para promover una discusión a fondo de los grandes temas de la agenda polí­tica nacional y con la intención de convertirse en un espacio institucional, que trascienda el perí­odo de elecciones, para que los ciudadanos y las fuerzas polí­ticas puedan debatir el futuro de nuestra Nación.

Obviamente al iniciar una publicación sobre el tema de la polí­tica, lo primero que tenemos que revisar es la estructura de los partidos polí­ticos, su papel en la vida nacional y sus compromisos con la población o con otros sectores que constituyen grupos de interés privado. El tema del financiamiento, la ausencia de espacios en la dirigencia para las minorí­as opositoras, a efecto de dar consistencia a la democracia interna de los partidos y la forma en que se desvirtúa el carácter de institución de derecho público porque en la práctica operan como grupos privados en apoyo de cierto candidato, son apenas la punta visible de un sistema de partidos que no funciona, que no opera.

Nuestra intención, como lo será siempre la lí­nea editorial del suplemento, no es señalar los desaciertos para hacer leña del árbol caí­do. Por el contrario, al señalar la debilidad del régimen de partidos polí­ticos, queremos ayudar al fortalecimiento de la institucionalidad de tales organizaciones, señalando ví­as para convertirlas en instrumentos de intermediación entre el poder y el ciudadano.

Es más fácil y comercialmente atractivo un suplemento de chismes polí­ticos, pero también es poco edificante porque esos espacios se convierten muchas veces en desagí¼e para el anonimato. El paí­s necesita, con urgencia, un debate serio, comprometido y profundo sobre temas como seguridad, generación de empleo, educación y salud, los programas de vivienda, el papel regulador del Estado en una economí­a de mercado pero, sobre todo, la obligación de los partidos a construir ciudadaní­a, educando en civismo y responsabilidad a la población. Tras eso vamos nosotros y para el efecto contamos con la cooperación de un grupo inicial de conocedores que nos ayudan desde el Consejo Editorial, siendo ellos los licenciados Mario Roberto Guerra Roldán, ex magistrado del Tribunal Supremo Electoral y conocedor de la administración del proceso y del régimen de control de los partidos polí­ticos; Yolanda Pérez Ruiz, actualmente presidenta del Colegio de Abogados de Guatemala con especial interés y preocupación como profesional en el tema de la participación ciudadana, y Ví­ctor Hugo Godoy, quien como asesor de la Procuradurí­a de Derechos Humanos y miembro de la Asamblea Constituyente de 1985 se ha interesado en estos procesos. Próximamente otros profesionales estarán sumándose al Consejo para enriquecer con sus aportes este esfuerzo de análisis que corre a cargo de periodistas profesionales experimentados bajo la coordinación de Lucy Barrios y nuestro viejo compañero de labores, Edwin Ruiz. Esperamos llenar un vací­o en el análisis y el debate profundo sobre la vida polí­tica nacional.