Días atrás recibí el correo electrónico del desconocido «Sindicatos Unidos» y en el mensaje se incluían datos alarmantes referentes al aumento y la creación de nuevos impuestos contenidos en el proyecto de Reforma Fiscal.
Al pensar que era un anónimo no le concedí importancia, aunque me preocuparon unos aspectos, puesto que de aprobarse esa moción se afectaría gravemente los ya precarios ingresos salariales de los trabajadores en relación de dependencia, sobre todo los que perciben bajos sueldos, así como se perjudicaría a los jubilados.
Pero el pasado domingo 25 de abril me di cuenta que esa iniciativa de ley va en serio, según un detallado reportaje que sobre el tema publicó en elPeriódico Marta Sandoval, avezada periodista independiente, después de realizar investigaciones y obtener explicaciones de expertos en asuntos tributarios. Espero no hacerme bolas.
Sandoval señala que sobre sus ingresos anuales, usted va a tener que pagar el 7 % si gana menos de Q240 mil anuales, o el 9 % por ciento si su salario es mayor. Actualmente, por cada Q100 que paga de IVA le deducen Q100 del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Con la nueva ley, por esos mismos Q100 sólo se le descontará Q1.75.
  El caso de los jubilados es nefasto -según lo detalla la periodista Sandoval- porque todos aquellos que reciben al menos Q1 mil mensuales van a pagar impuestos, puesto que la reforma gravaría las pensiones que en la actualidad están exentas, y también estarían gravados los fondos de pensión que ofrecen los bancos para un retiro decoroso en la vejez.
El analista Pedro Prado, de Asies, al referirse a los impuestos que se pretenden aplicar a los jubilados, fue explícito: «Son personas que ya han contribuido a la generación de riqueza del país, que aportaron al fisco y merecen que no se les afecte en sus jubilaciones».
Respecto a los profesionales, que incluye a médicos, abogados, economistas y otros que no emiten factura a sus pacientes, patrocinados o clientes ya se los llevó la tiznada, porque todos los graduados universitarios que no presentan anualmente una declaración jurada de sus ingresos, aunque no hayan trabajado todo el año, la omnipresente SAT va a suponer que ganaron Q30 mil mensuales, equivalentes a Q360 mil al año, y sobre esa cantidad le cobrará el ISR.
Lo inaudito es que se pretenda cobrar el ISR sobre las pensiones de los jubilados. Aparentemente sólo se trata de un proyecto de ley; pero lo que sí ya es una realidad es el cruel incremento al consumo de energía eléctrica, que afectará a todos, especialmente a lo más pobres. Pero es un gobierno social demócrata que pregona la solidaridad.
  (El geriatra Romualdo Tishudo cita este adagio popular: -En este mundo todos queremos llegar a viejos, pero todos nos resistimos y nadie quiere admitir que ya llegó).