Fuertes caídas de nieve en Gran Bretaña anoche y el jueves en la mañana provocaron perturbaciones en los transportes, el cierre de varios aeropuertos londinenses y retrasos en la red ferroviaria.
La alfombra de nieve provocó en cambio la alegría de los niños, ya que muchas escuelas cerraron sus puertas por un día.
Las tormentas – las más fuertes que han caído en Londres en siete años – causaron serias perturbaciones en el servicio de transporte de la capital, volviendo el trayecto al trabajo de millones de empleados una verdadera odisea.
El director general de la Cámara de Comercio británica, David Frost, afirmó que la tempestad de nieve va a ser un golpe para la economía.
«Se prevé que los retrasos y la pérdida de horas de trabajo causado por las perturbaciones en el transporte costarán a la economía británica unos 400 millones de libras (unos 800 millones de dólares), dijo Frost.
La tormenta, que depositó unos diez centímetros de nieve en las pistas de despegue de los aeropuertos, obligó a cerrar los aeródromos londinenses de Luton y Stanstead, dejando varados a miles de pasajeros.
El aeropuerto de Gatwick, uno de los más importantes de la capital, fue cerrado temprano en la mañana, pero reabrió algunas horas después, como lo hizo también Luton, hacia el mediodía local.
El aeropuerto de Cardiff (Gales), Bristol y Birmingham también cerraron a causa del temporal, que perturbó también los vuelos hacia y provenientes de Escocia.
La red de trenes en el sur de Inglaterra y oeste de Gales resultó prácticamente paralizada por la nieve: cientos de miles de personas sufrieron retrasos y cancelaciones a causa del hielo acumulado en los rieles, lo que provocó un verdadero caos en las estaciones, particularmente en el sudeste de Inglaterra.
A la hora de punta, uno de cada cuatro trenes de la red ferroviaria nacional sufría serios retrasos.
La nieve causó asimismo el cierre de carreteras, rutas y caminos.
El Servicio Meteorológico nacional prevé que en algunas partes del país caerán unos 20 centímetros de nieve.
Las autoridades lanzaron un llamado a los conductores a tomar el vehículo en casos de mucha necesidad, para evitar peligrosos accidentes.
Algunas personas, que no tenían que correr al trabajo, pudieron en cambio admirar los parques de Londres convertidos en lugares mágicamente blancos.