El presidente de la Unión Europea (UE) convocó el miércoles una cumbre de la Eurozona hacia el 10 de mayo para tratar la demanda de ayuda de Grecia, que busca desesperadamente superar una crisis que la amenaza con la bancarrota y con extenderse a otros países como Portugal.
La perspectiva de una pronta reunión no bastó, sin embargo, para calmar a los mercados.
El euro cayó este miércoles a 1,3143 dólares, nuevo récord a la baja desde hace un año, antes de recuperarse ligeramente.
Las bolsas europeas abrieron a la baja, después de sufrir voluminosas pérdidas el martes, y el petróleo también perdía terreno.
Decidido a apagar el fuego, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó desde Tokio que los países de la Eurozona, la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) están «decididos a garantizar la estabilidad de la zona euro» y descartó una reestructuración de la deuda griega.
Asimismo, los preparativos se aceleraban para poner a punto el mecanismo de ayuda a Grecia.
El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, convocó una cumbre de jefes de Estado y de gobierno del Eurogrupo «en torno al 10 de mayo» para tratar el desbloqueo de la ayuda prometida.
Según el plan consensuado por los 16 países de la Eurozona, estos aportarían a Grecia, en forma de préstamos bilaterales, 30.000 millones de euros en 2010. A este monto se añadirían otros 15.000 millones de euros, aportados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Actualmente, el gobierno griego negocia con la UE, el FMI y el BCE medidas suplementarias de ahorro fiscal para 2011 y 2012, condición indispensable para que su demanda sea satisfecha.
La Comisión europea dijo que esos contactos están conociendo «progresos rápidos e importantes».
En un momento en el que los mercados dudan de que la ayuda sirva para resolver los problemas de endeudamiento de Grecia a largo plazo, la prensa anglosajona indicaba que el FMI podría acordar un préstamo superior a lo pensado inicialmente.
Interrogado por la AFP, un portavoz del ministerio griego de Finanzas se limitó a declarar que el monto definitivo del préstamo del Fondo se está discutiendo.
La presión se acentuó fuertemente en la zona euro el martes por la tarde, cuando la agencia de calificación financiera Standard and Poor»s degradó tres niveles la nota a largo plazo de Grecia, a BB , por lo que ahora los títulos griegos están considerados como «bonos basura», que presentan un elevado riesgo de impago.
Sin sorpresas, el rendimiento del bono griego a diez años siguió batiendo niveles récord este miércoles, superando el 11%.
Los bonos a diez años de Portugal y España, países de la Eurozona también muy endeudados, se vieron arrastrados al alza.
Los intereses de los títulos portugueses se disparaban a 5,936% (frente al 4,7% de la víspera), al día siguiente de que Standard and Poor»s rebajara la nota del país a largo y corto plazo.
Los intereses de los bonos españoles subían a 4,212% hacia las 12H30, frente a 4,052% el martes.
Respondiendo a los temores de contagio, el gobierno alemán llamó a la calma, al considerar que la situación de Portugal y España «no es comparable» con la de Grecia, repitiendo la posición expresada poco antes por el economista en jefe del BCE, Jí¼rgen Stark.
El gobierno griego sigue insistiendo en que el 19 de mayo tiene que reembolsar 9 mil millones de euros, y que en las condiciones actuales no puede recaudar dinero en el mercado, por lo que la ayuda es urgente.
La demanda griega de activación del mecanismo afronta sin embargo las exigencias de Alemania, que será el principal contribuyente con 8.400 millones de euros y pide previamente a Atenas un plan de ajuste fiscal «creíble» para los próximos años.
La opinión pública alemana es hostil al principio de una ayuda a Grecia, lo que explica las exigencias del gobierno alemán, que afronta el 9 de mayo una importante elección regional.
Los presidentes del FMI y el BCE, Dominique Strauss-Kahn y Jean-Claude Trichet, se desplazaron este miércoles a Berlín para vencer las reticencias de los parlamentarios alemanes, que deben aprobar el desbloqueo de la ayuda por parte de la primera economía europea.
Mientras tanto, el gobierno griego enfrenta una fuerte presión también en su país, con una huelga general convocada para el 5 de mayo por los dos grandes sindicatos de funcionarios y de trabajadores del sector privado. Este miércoles, los técnicos de las radios griegas emprendieron una huelga de 48 horas.
Los mercados financieros y el euro seguían hoy en el despeñadero por temores de que Grecia se declare en moratoria, reflejados en los intereses de las emisiones de deuda griega a largo plazo, que superaban el 11%, un nivel sin precedentes en la zona euro.
A las 09H10 GMT, el rendimiento de las obligaciones del Estado griego a 10 años se establecía a 11,076%, contra 9,730% el martes por la noche, y las tasas a dos años eran de 18% (frente a 15%).
El rendimiento a largo plazo de las obligaciones de Portugal, segundo país considerado de riesgo, era de 5,635% frente a cerca del 4,7% la noche anterior, pero el rendimiento a dos años caía al 5,274% frente al 5,501% el día anterior.
Un viento de pánico sopla sobre los mercados financieros desde el anuncio el martes por parte de la agencia de notación Standard & Poor»s de rebajar la nota de la deuda soberana a largo plazo de Grecia, de «BBB » a «BB «, relegándola a la categoría de inversiones especulativas. La agencia también bajó la nota de la deuda soberana portuguesa de «A » a «A-«.
Tras una jornada en la que acumularon grandes pérdidas el martes, las principales bolsas europeas evolucionaban a finales de la mañana del miércoles con nuevas bajas.
El índice Dax 30 de Fráncfort perdía un 2,03%, el Footsie 100 de Londres un 0,98% y el CAC 40 de París un 2,07%.
El índice PSI-20 de la plaza de Lisboa caía un 5,71%, y el IBEX 35 cedía 3,25%. En Atenas, la Bolsa cedía un 0,61%, tras días de pérdidas masivas.
La Bolsa de Atenas prohibió este miércoles la realización durante dos meses de operaciones de venta de acciones al descubierto, fuertemente especulativas.
Los mercados asiáticos también tuvieron una jornada de pérdidas hoy, condicionados por el espectro de un impago griego.
En Tokio, el índice Nikkei cerró con una caída del 2,57%, por debajo del umbral psicológico de los 11.000 puntos por primera vez en tres días.
En Hong Kong, el índice Hang Seng terminó la sesión con una caída del 1,47% y Shanghai perdió el 0,26%.
Estas pérdidas, sin embargo, eran algo más moderadas que la mayoría de las bolsas europeas la víspera. El martes, París perdió un 3,92%, Londres un 2,61%, Fráncfort un 2,73%, Madrid un 4,19% y Milán un 3,28%.
En Nueva York, el índice de referencia Dow Jones retrocedió el martes un 1,90%.
Por su parte, el euro, tras haber superado brevemente los 1,32 dólares el miércoles por la mañana, animado por palabras tranquilizadoras del presidente del BCE y del presidente de la Unión Europea (UE), recuperaba la tendencia a la baja y cotizaba a media mañana a 1,3143 dólares, un mínimo desde abril de 2009, contra 1,3174 dólares el martes a las 21H00 GMT.
Los presidentes del Banco Centro Europeo (BCE) y UE trataron de tranquilizar a los inversores, negando que Grecia pueda encaminarse hacia un pedido de declaración de deuda.
«No se trata de reestructurar la deuda», afirmó este miércoles en Tokio el presidente de la UE, Herman Van Rompuy.
«Los focos se van orientar ahora hacia otros países fuertemente endeudados de la zona euro, y los inversores probablemente exigirán primas de riesgos más elevadas para comprar obligaciones de Estado», predijo en cambio Koon Goh, economista de ANZ Bank en Wellington, citado por Dow Jones Newswires.
Al margen de Grecia y Portugal, se considera a España y a Irlanda como los países de mayor riesgo en la zona euro, integrada por 16 países.