«La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social». John Kennedy
Intento muchísimas veces, escribir sobre temas tangibles y que procuren no meterse demasiado en vericuetos teóricos que aburran o alejen al buen lector de mis columnas o en todo caso me priven de sus valiosos comentarios.
Esta tarde deseo referirme a los ciclos económicos y políticos, sin intentar entrar en consideraciones de política económica o economía política, para que de esta manera podamos comprender los «tiempos» en el análisis político y económico. Aquí una acotación, este tema ha sido base de estudios doctorales y su análisis en profundidad ha requerido investigaciones extensas.
La velocidad con la que se mueven las variables políticas, suelen ser en principio mucho más veloces e impredecibles que las variables económicas, esto habría de explicarse indudablemente por la alta intervención numérica y de variables más controladas en la ciencia económica. Los ciclos económicos suelen presentar tendencias prolongadas en el tiempo y los ascensos y descensos tienden a ser más prolongados en función del contexto.
Por el contrario, los ciclos políticos presentan picos y precipicios más pronunciados inducidos por supuesto por la volatilidad del terreno en donde se diriman las disputas (realidad social). En sistemas políticos estables el manejo de los proyectos tiende a ser un tanto más predecible que en sistemas políticos que presentan inestabilidad, esto se conoce como Gestión de Riesgos y resulta una herramienta de suma utilidad para la implementación y desarrollo de proyectos de inversión tanto publica como privada.
Fernando Chávez, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, nos ilustra con precisión: «Se tiende a explicar la trayectoria normal de la actividad económica con base en un sistema político que funciona paralelamente y que, aun cuando ambos están imbricados y recíprocamente condicionados, este es un soporte natural para garantizar el funcionamiento de los diferentes mercados. En un esquema teórico de este tipo, queda clara la complementariedad de la económica y la política.»
La palabra clave en el contexto del análisis de los ciclos económicos y políticos continúa siendo estabilidad, sin ella, la ingobernabilidad y la pobreza tienden a aparecer constantemente, como un círculo repetitivo.
Desde el análisis económico más complejo, el comportamiento de los mercados financieros en donde se agrupan las operaciones bursátiles, crediticias y cambiarias, requiere un enfoque por separado, esto dada la influencia de los mercados internacionales según la apertura económica en la coyuntura analizada. Las trayectorias en la incidencia del ciclo que afecta estas operaciones se medirán en función del grado de maduración. Permítame explicarlo de otra forma. Durante la reciente crisis financiera de los Estados Unidos de América, los primeros síntomas de descomposición los vivieron los Estados cercanos al núcleo, posteriormente los Estados periféricos sufrieron las consecuencias de la desestabilización, la proximidad no se mide en función geográfica sino en simetría económica.
Antes de concluir, le insto a considerar, que si bien es cierto la política los economistas la perciben como un factor externo que influye en los ciclos económicos (teoría del ciclo político), a mi entender esa imbricación a la que se refiere Fernando Chávez genera una relación mutuamente condicionada y como politólogo asevero que los ciclos económicos que pueden ser más lentos y prolongados también inciden en los ciclos económicos que tienden a ser acelerados, el secreto es descifrar los resultados de las aplicaciones de determinadas políticas económicas y su incidencia a mediano y largo plazo en el desarrollo y la democracia. Otro elemento a tener en consideración son los conocidos como ciclos tecnológicos, una teoría reciente.