Me ha llamado la atención de la lucha de esta Fundación constante porque la impunidad no vaya de la mano de la justicia, en un paí­s donde a cada momento se dan casos tan terribles como ya sea el secuestro, asesinato y otros males que quedan impunes. El ejemplo de personas que luchan por una Guatemala más digna y justa es de admirar y ante todo, para la salud mental de los guatemaltecos, el saber que sí­ se puede lograr salir adelante en una constante donde la verdad prevalezca.

El reciente caso, donde se hizo justicia por el asesinato a sangre frí­a de las tres niñas Suruy Socoreque es digno de aplaudir y saber que se le puede ganar a hechos impunes, la Fundación Sobrevivientes hizo un llamado y estuvo siempre en guardia, para que los hechos se llevaran a los tribunales para sancionar a los asesinos de las pequeñas niñas.

Casos como estos, son dignos de felicitar a todas esas personas de gran corazón que hoy luchan por una Guatemala sin violencia y que se hagan procesos justos donde el culpable pague por esos hechos como el asesinato de estas pequeñas niñas.

La fundación comenzó su trabajo en el año de 2003 y su Presidenta y fundadora es la activista Norma Cruz, que perteneció al Ejército Guerrillero de los Pobres, partido combatiente en la guerra de 36 años que vivió Guatemala y que hoy se dedica a trabajar por la erradicación de la violencia contra las mujeres en nuestro paí­s.

Y es que en un paí­s como el nuestro, donde la violencia ya no tiene control ante la debilidad de un Ministerio de Gobernación, que a cada rato cambia Ministro, -como si fuera el paso por un Aeropuerto, donde van y vienen en segundos, muchas personas diferentes- valga la comparación, Norma Cruz a través de su fundación ha sabido enfrentar tantos casos como son los de mujeres que han sufrido violencia ya sea domestica, sexual u otra situación tan triste, que el guatemalteco se mantiene viviendo en una intranquilidad que ya no da para más.

Pero grupos como Fundación Sobrevivientes han salido en defensa de hechos donde la justicia ha tenido que actuar, dejando por un lado la impunidad y se han logrado conquistar casos que se creí­an imposibles de resolver.

Algo tan indignante fue el asesinato de las tres niñas, Wendy, Diana y Heidy Suruy, tal como lo hemos dicho, las pequeñas vení­an de la escuela a su casa y fueron interceptadas -por quienes hoy pagan una larga condena- quienes violaron a una de ellas y con ello, dejaron una familia marcada con el dolor, por tan salvaje hecho para toda la vida, pero repetimos, que gracias a personas que luchan por casos como estos no quedan impunes, hoy los asesinos pagan una larga condena.

Norma Cruz por su labor en defensa de la vida, ha tenido el reconocimiento de una sociedad que sabe que personas como ella, son las que dan la pauta para que el pueblo no se quede callado y que vean que sí­ se puede lograr alcanzar una Guatemala digna y respetable, donde la justicia no esté atada y se haga la sorda ante hechos como los que hemos descrito.