Los que lanzaron piedras… ¿Están limpios de pecado?


Como era de esperarse, determinados grupos de la sociedad guatemalteca se pronunciaron en diferentes medios de comunicación, modos y circunstancias respecto al procedimiento de selección de candidatos para ocupar el cargo de Fiscal General de la República de Guatemala.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

La variopinta gama de personas particulares y otras más que en representación de asociaciones, fundaciones, ONG, entidades pro derechos de cualquier cosa, movimientos emergentes, movimientos sin movimiento y/o grupúsculos de presión conocidos y desconocidos, interpusieron denuncias en forma directa, indirecta o a nivel de elucubraciones públicas en contra de los participantes en dicha selección.

Irresponsable es señalar, tachar y/o tildar a determinadas personas de cometer conductas profesionales fuera de ley, en este caso a quienes participaron y participan en el proceso para ocupar el cargo de Fiscal General. Cuando no se cuenta con las pruebas necesarias para demostrar la tacha a determinados candidatos resulta inmoral hacerlo desde un punto de vista sesgado que responde a motivos como la envidia, rivalidad, rencores ocultos, insatisfacciones personales manifestadas en conductas defensivas yoicas del ser humano. Es natural y comprensible que uno de los profesionales que participaron en dicha contienda esté señalado con muy buen tino y con justa razón por haber sido el artí­fice ideológico de la mega privatización de los bienes nacionales durante el gobierno del señor ílvaro Arzú; y que a pesar de esa palanca no haya integrado la lista de los candidatos finalistas; otros porque en esa instancia les fue desvelada alguna conducta incorrecta y otros más porque en realidad hayan cometido faltas, delitos o conductas fuera de ley. En la mayorí­a de casos, las denuncias provocaron un manchón en el prestigio de los señalados porque se emitieron señalamientos negativos a priori, sin que los denunciados hubieren hecho uso del recurso de defensa que la Comisión Postuladora les proporcionó; durante el cual desvirtuaron y desvanecieron las denuncias en su contra. Pero… a golpe dado ya no hay quite; el daño está hecho con la mayor de las impunidades existentes; ante lo cual los denunciados podrí­an accionar en la ví­a penal al haber demostrado la falsedad de lo aseverado por sus denunciantes. Si no son abogados los denunciantes, ¿cómo critican en su profesión a los abogados que participan en el evento? ¿Poseen los denunciantes el privilegio de ser personas intachables al ciento por ciento? Entonces… ¿Con qué calidad ética y moral se atrevieron a denunciar? ¿Y ya que se autoerigen en la sociedad como personas u organizaciones honorabilí­simas… ¿Por qué razón no participaron a nivel personal en este proceso para elección de fiscal? Al no haber guatemaltecos honorables, pues traigan entonces una camionada de extranjeros «honorables» que también dirijan la justicia en el paí­s.