Yo votarí­a por Marí­a Eugenia Morales de Sierra. Creo que una buena sacudida le hace falta a esa entidad y quien mejor que la actual subprocuradora de los Derechos Humanos, que ha demostrado que es capaz de desarrollarse con toda soltura y profesionalismo, sin dejar de lado su lado humano y aún más: su sensibilidad femenina. Ella creo que podrí­a llegar a limpiar el nombre de esa entidad que se ha caracterizado por andar en las sombras, a medio hacer y con compromisos polí­ticos que todo mundo conoce.

El otro tema candente fue que ésta semana se dio el banderazo formal a la apertura definitiva de la campaña polí­tica y el lanzamiento de sus primeros temas propagandí­sticos del Partido Patriota, con Sinibaldi como alfil penetrante del general Otto Pérez Molina, a quien muchos ya consideran el próximo presidente de Guatemala. ¿Sinibaldi será vicepresidenciable o el candidato a alcalde por la capital? ¿O el próximo Presidente del Congreso de la República?

El PP está utilizando la misma estrategia de hace cuatro años, posicionando, con anticipación, al candidato y al signo del partido, con las tomas de pocos segundos…en la propia mano dura de su í­cono principal, aunque posiblemente el Tribunal Supremo Electoral los regañe más adelante y les imponga una multita. O ni eso suceda.

En tanto, Sandra Torres se desligó oficialmente de la Coordinación de Cohesión Social, aunque seguirá mandando porque ese territorio le pertenece desde sus inicios, ya que fue un traje hecho a su medida y con sus sastres preferidos para darle vida a un sueño largamente acariciado: ella quiere ser la primera mujer electa como gobernante de Guatemala. ¿Lo logrará? Quien sabe. En tanto los abogados del Gobierno han hecho una jugada maestra al retirarla (en apariencia) de esa Coordinación… Alta polí­tica de muy pensados movimientos, aunque de repente un juez (de esos que a veces se aparecen por allí­) le da tiempo para contarle las costillas rotas, de los milloncitos y milloncitos de quetzales gastados durante los últimos dos años.

La polí­tica chapina se ha puesto alegre, se mueve como si fuera una fiesta, cuando en realidad es un manicomio, un lugar donde los más sucios, feos y tramposos aspirantes, son los que juegan papeles protagónicos que no terminan de satisfacer las enormes expectativas de los votantes. Y seguramente, dentro de unos años, estaremos en la misma situación: decepcionados por quienes salieron electos y no cumplieron con lo que prometieron. La polí­tica en Guate es una actividad que ya no satisface al ciudadano común, que está completamente decepcionado de sus comediantes, ya que solo cambian cada cuatro años, para que nada cambie. O para peor. Me gustarí­a idea de que surgiera un Antanas Mokus chapí­n, un ser tan extraordinario y tan brillante como este colombiano, pues seguramente vendrí­a a capitalizar todo ese descanto que tenemos los ciudadanos: estamos asqueados de tanta podredumbre y tanta falsedad de uno y de otro lado. En tanto se aparece, ojalá barra por completo a todos los partidos guatemaltecos, que se han convertido en instrumentos para asaltar las finanzas del Estado.