La banca por teléfono móvil se amplí­a


Recibir el salario, enviar dinero a un familiar o pagar una factura por teléfono celular son servicios en alza en los paí­ses emergentes. ARCHIVO

Recibir el salario, enviar dinero a un familiar o pagar una factura por teléfono celular son servicios en alza en los paí­ses emergentes, donde los bancos, a menudo, sólo están presentes en las zonas urbanas.


Tener una cuenta bancaria y tener acceso a ella diariamente, ví­a internet o en cajeros automáticos, es algo corriente en los paí­ses industrializados, pero ése «no es del todo» el caso en los paí­ses pobres y emergentes, explicó Gavin Krugel, director de la asociación GSMA, que reúne unos 800 operadores de telefoní­a celular.

Por el contrario, el uso del móvil se ha desarrollado en esos paí­ses, y se plantea una situación en la cual mil millones de personas disponen de un teléfono móvil, pero «no tienen en cambio acceso a una cuenta bancaria», destacó Krugel en ocasión del congreso mundial del sector en Barcelona.

Las transacciones por móvil, que empezaron a hacerse hace seis años en Filipinas y Sudáfrica, son practicadas actualmente por unos 40 millones de usuarios, según la GSMA.

Y el crecimiento es exponencial. «En Tanzania, el número de usuarios aumenta en 15.000 por dí­a, en Kenia en 11.000, en Uganda en 18.000», destacó Krugel.

Los servicios propuestos son varios: por móvil, el usuario puede enviar dinero a sus familiares, comprar en tiendas, pagar facturas o poner dinero en su libreta de ahorros.

Los procedimientos son «muy sencillos» y debidamente explicados, en el caso del operador africano MTN, por personal que «va a las comunidades», precisó Aletha Ling, directora ejecutiva de Fundamo, que se dedica a estas aplicaciones.

Para enviar dinero, por ejemplo, es suficiente con marcar el número del beneficiario, la suma que se quiere enviar y un código. En caso de robo o pérdidas, el usuario debe contactar simplemente con su operador, como con un banco en el caso de las tarjetas de crédito.

«Ninguna información consta en el móvil» y nada puede hacerse sin el código, destacó Reg Stewart, responsable regional de Fundamo.

Estos servicios facilitan la vida: en Africa, «pagar una factura puede llevarte un dí­a. Hay que ir al banco, hacer una larga cola», pagar la factura y a veces «volver a hacer la cola», explicó.

En Afganistán, el operador Roshan ofrece cobrar el salario a través del móvil, un dispositivo adoptado por la policí­a nacional, con el fin de «limitar la corrupción y el fraude», explicó Zahir Jhoja, responsable de los servicios monetarios de Roshan.

Los policí­as reciben todos los meses un SMS que les informa de que su salario ha sido ingresado, así­ como «una llamada porque muchos no saben leer», continuó. Entonces pueden retirar el dinero, en su totalidad o en parte, a través de un empleado en ventanilla o mediante una transacción a través del móvil.

«Los policí­as quedaron muy sorprendidos cuando recibieron su dinero electrónicamente» porque las sumas que les llegaban antes eran un «25 ó 30% menores» debido a los fraudes, subrayó Jhoja.

Ya desarrolladas en Africa y Asia, estas transacciones podrí­an empezar en Latinoamérica en 2010, estimó Krugel, aunque dijo que la población concernida «gana unos dos dólares por dí­a».

Para los operadores, estos servicios representan un maná financiero nada despreciable. En cada transacción se retira una pequeña suma y el sistema aumenta la fidelización de los clientes.

El finlandés Nokia, número uno mundial de venta de móviles, ha decidido también entrar en ese mercado asociado con operadores: el primer paí­s en que lo hará será India, anunció el lunes.