En uno de sus últimos boletines, Amnistía Internacional con sede en Londres, puntualizaba que el cambio climático puede convertirse en una grave amenaza para la realización de los derechos humanos, siendo las personas que ya viven en la pobreza las que antes y de modo más agudo, sufrirán su impacto.
Entre los aspectos previstos atribuibles al cambio climático se encuentran la reducción de la cubierta de nieve en los países en donde la misma se manifiesta, la disminución del hielo marino y el deshielo de los casquetes polares, la elevación del nivel del mar, el aumento del calor extremo, el incremento de las zonas afectadas por la sequía y una mayor intensidad de las tormentas y ciclones tropicales.
Según la opinión de los expertos, las alteraciones derivadas del cambio climático producirán violaciones generalizadas del derecho a la vida, a la salud, al agua, a la alimentación y a la vivienda.
El desabastecimiento grave del agua que ya se percibe en Guatemala, y la reducción de la productividad de los cultivos, socavarán los derechos de miles de personas.
El tema es motivo de mucha preocupación, al grado que ayer martes y en un marco de grandes expectativas, abrió en Cochabamba, Bolivia, la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra, una iniciativa del Presidente de ese país sudamericano, el carismático líder indígena Evo Morales.
En el encuentro, que se prolongará hasta mañana jueves, están participando delegados de más de cien países, interesados por la preservación de la tierra, luego que se ha demostrado que el modelo capitalista atenta contra la supervivencia, pues su objetivo central es el mercado, relegando a un segundo plano a los seres humanos.
En el discurso de inauguración, el presidente Evo señaló en forma categórica que el sistema capitalista es el responsable del deterioro ambiental, pues a través de sus transnacionales todo lo convierte en mercancía como parte de su irrefrenable afán de lucro.
En el primer día de las deliberaciones, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, hizo llegar un mensaje a la conferencia puntualizando que «los países ricos nos están dejando sin planeta». El dilema es: o muere el capitalismo o muere la madre tierra.
Entre los aspectos novedosos de la reunión, sobresale una propuesta para crear un Tribunal Internacional de Justicia Climática, destinado a juzgar a los gobiernos, a las empresas y a todos los que agreden la Tierra.
La conferencia tiene el propósito de reunir propuestas para ser presentadas en la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, prevista para el próximo mes de noviembre en Cancún, México.