La lucha entre los importadores y exportadores por los tipos no tiene fin ni fronteras: en la misma forma en que esos dos grupos intercambian señalamientos dentro de Guatemala, los políticos más poderosos, China y Estados Unidos, mantienen una disputa por la valoración de la moneda. Una verdadera lucha de intereses.
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Una forma eficaz para contrarrestar la presión inflacionista es la alteración de los tipos de cambio, aunque ello implique desatar un nuevo capítulo de discusión sobre la ética en las finanzas.
En el plano internacional, los principales protagonistas del «enfrentamiento cambiario son China y Estados Unidos, que se enfrentan por la «manipulación» que supuestamente el país asiático mantiene sobre su moneda
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostiene que la divisa de China, el yuan, está «subvaluado» y que un reajuste de su cotización reflejaría los mejores intereses de la potencia asiática, al tiempo que calificó las relaciones entre ambos países de «muy productivas».
Obama dijo que es importante que «las divisas evolucionen en términos generales con el mercado y no den a un país en particular ventaja sobre otro».
Es «muy claro que en mi opinión (el yuan) está subvaluado», afirmó en conferencia de prensa.
Obama había pedido a su homólogo chino Hu Jintao actuar sobre la moneda china para obtener una tasa de cambio «más respetuosa del mercado», tras un encuentro bilateral entre ambos.
El yuan está anclado al dólar desde mediados de 2008, a 6.8 yuanes por dólar, a pesar de que su tipo cambiario debería ser calculado según una canasta de divisas -cuya composición no ha sido precisada- y fluctúa a diario en una estrecha banda.
EN EL MUNDO
La Unión Europea, Japón y el Reino Unido también tienen sus propios problemas con los tipos cambiarios, que los han enfrentado con sus vecinos y socios comerciales.
El primer ministro francés, Franí§ois Fillon, denunció las «distorsiones» actuales en las paridades monetarias mundiales, y consideró que el G20 debe ocuparse de su regulación, al tiempo que urgió a la UE para que inicie «una verdadera política de crecimiento».
Por otra parte, el yuan, el euro y la libra esterlina se debilitaron frente al dólar, lo cual no dejó de generar molestias en algunos de los socios de los estadounidenses.
Del otro lado del Atlántico, en Argentina, el dólar debería cotizar entre 5.60 y 6.20 pesos en diciembre de 2010, de acuerdo con el análisis Elphos, sin embargo las perspectivas para cumplir con esa meta son lejanas y puede que se desmotiven los mercados para la temporada navideña, que es la más importante para la economía.
GUATEMALA
En el país, la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) manifestó su preocupación por «el inexplicable incremento del dólar y la consecuente pérdida del valor del quetzal, que se debe a la manipulación del tipo de cambio y la falta de reglas claras y transparentes por parte de las autoridades del país».
En ese sentido, refiere que las industrias nacionales se han visto afectadas por los costos elevados de materias primas, maquinaria y productos importados, gasolina y energía eléctrica. Como consecuencia la población en general sufre un descenso en su poder adquisitivo y debido a esto se generó un aumento en la pobreza y reducción en la inversión.
Esto, a pesar de que el tipo cambiario se redujo considerablemente desde el año pasado, en el que la divisa estadounidense alcanzó un récord histórico de Q8.36 por dólar, de acuerdo con el Banco de Guatemala, aunque en los bancos del sistema el cambio llegó hasta Q8.45
Según Carmen Elena Contreras, de la CCG, lo más alarmante y preocupante «es la irresponsabilidad en el actuar de la Junta Monetaria (JM), ya que se han realizado cambios en la regla de participación del Banco de Guatemala (Banguat) en el mercado cambiario».
Sin embargo, la Vicepresidencia del Banguat, en un comunicado, refiere que las intervenciones se deben a que se «busca moderar volatilidades en el mercado cambiario, pero sin afectar la tendencia de dicha variable».
«El régimen de tipo de cambio en el país es flexible, es decir que no hay un objetivo de tener determinado tipo de cambio, por lo que es normal que se manifiesten variaciones en su nivel tanto hacia la apreciación como a la depreciación. Esas variaciones son usuales en los mercados flexibles por lo que no pueden considerarse como inestables», asevera.
Por el otro lado, la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG) en su revista Industria y negocios indica que «el problema no es si sube o baja la tasa de cambio, sino la volatilidad».
El analista económico César Maldonado asegura que los enfrentamientos por los tipos no tendrán fin. «Siempre que estén en juego las ganancias de unos y las pérdidas de otros, van a haber problemas».
«Es algo normal de manera global, con lo que tenemos que aprender a vivir, pero definitivamente siempre tenemos que oponernos cuando nuestra economía se vea afectada, así como los demás lo hacen cuando se ven mal», puntualizó.
*Con información de AFP
Carmen Contreras
CCG
Banguat