Miles de fans hacían cola delante de las taquillas de Sudáfrica para intentar obtener las últimas entradas para los partidos del Mundial de futbol 2010, que se disputa entre el 11 de junio y el 11 de julio.
En cada una de las nueve ciudades organizadoras se vivieron escenas similares: en el barrio de negocios de Sandton o en Soweto, ambos en Johannesburgo, o en Ciudad del Cabo, en el suroeste del país, centenares de personas durmieron ante las taquillas para ser los primeros en comprar entradas.
«Estamos aquí desde las 22h30 de ayer», explicaba Richard Mahwayo, de 57 años, preguntado por la AFP ante un punto de venta de Ciudad del Cabo.
Instalados debajo de mantas y con termos de café, Mahwayo mostraba un cartel de cartón con la inscripción: «Â¡No se acerquen! Tenemos la fiebre, la fiebre del Mundial».
El estudiante Jevon Kannemeyer, de 18 años, llegó todavía más pronto. Explicó que en las fases previas no intentó conseguir una entrada porque el proceso era muy complejo, primero con una inscripción por Internet y luego con un sorteo.
«Pero ahora todo lo pagamos en «cash» y tenemos las entradas enseguida en la mano», dijo.
Las entradas para los partidos más importantes, como la final, el partido inaugural o las semifinales, ya llevan meses agotadas, pero la FIFA puso 300 más en venta para los primeros que llegaran este jueves.
Por primera vez, 500.000 billetes del Mundial se pueden comprar directamente. Se trata de la última fase de venta antes de la competición.
A finales de marzo, 2,2 de los tres millones de entradas puestas en venta ya habían encontrado compradores, la mitad sudafricanos.