La candidata socialista francesa Ségolí¨ne Royal no está dispuesta a seguir sufriendo ataques y ha decidido «sacar las uñas» de la izquierda para recuperar el terreno perdido frente a su gran rival, el aspirante de la derecha en las presidenciales, Nicolas Sarkozy.
«Sigo aquí y gracias a vosotros, cada día más numerosos, siento como una ola, un aliento. Algo está cambiando y esta ola va a crecer», prometió la candidata de izquierda en un mitin en París, arropada por los barones del partido socialista.
En un momento en que la popularidad de Royal baja frente a la impresionante artillería desplegada por Sarkozy y las intenciones de voto aseguran que perdería una segunda vuelta frente a su adversario, la líder socialista quiere dejar claro que no ha dicho su última palabra.
«La derecha y su prensa me han declarado fuera de juego, me han humillado y criticado (…) Yo he querido devolver la palabra al pueblo y me comprometo a que no sea de nuevo confiscada», aseguró Royal.
Sólo en enero, la candidata perdió nueve puntos de popularidad y se encuentra en un 56% de opiniones favorables, frente al 57% de Sarkozy.
Esta semana será clave para Royal, ya que la candidata dará por terminada su «fase de escucha» de las inquietudes de los franceses, considerada demasiado larga por parte de sus compañeros de partido, y pasará a la acción.
Es una semana de «combate», según su consejero y ex ministro, Jack Lang, y el momento de «sacar las uñas de la izquierda» y de mostrar que Sarkozy «no tiene el monopolio de la nación», según el diario Liberation.
El domingo, en un barrio al norte de París, Royal presentará ante afiliados del partido un anticipo de sus grandes líneas de su programa y sus diferencias con la idea de Francia defendida por Sarkozy.
Según la candidata socialista, Sarkozy usa lemas propios de «la dictadura brasileña o de la derecha estadounidense en los tiempos de la guerra de Vietnam» y la derecha francesa «sólo tiene una obsesión: la defensa de sus privilegios, sus derechos, sus abusos y su impunidad».
«Â¿Vamos a aceptar que por medio de uno de los suyos, esta oligarquía se sitúe en la cabeza del Estado?», se preguntó Royal.
Esta mujer que podría convertirse en la primera presidenta de la historia de Francia el próximo mayo criticó con especial sarna el supuesto «control» de la prensa realizado por Sarkozy y su política en materia de inmigración.
«Francia no debe preguntar a sus ciudadanos de dónde vienen sino hacia qué lugar quieren caminar juntos», recalcó
En esta nueva fase de su campaña, Royal tampoco duda en recurrir a su padre espiritual y único presidente socialista de la V República, Franí§ois Mitterrand, en el poder de 1981 a 1995, cuyas campañas electorales también fueron muy criticadas por la derecha.
Pese al entusiasmo que Royal y su equipo de campaña bautizado «Deseos de futuro» quiere contagiar, entre los líderes socialistas se deja sentir una gran crispación y una falta de decisión para responder a la derecha.
En palabras de Rachida Dati y Xavier Bertrand, portavoces de Sarkozy, «los socialistas y su candidata, ante la falta de ideas, han elegido una campaña agresiva apoyada en insultos y calumnias».
«En lugar de proponer a los franceses un proyecto de futuro, ha elegido atacar a Nicolas Sarkozy», explicaron este miércoles.
En un intento de eclipsar a su rival, el candidato de derecha también celebrará el domingo un mitin en París en el que desea «afianzar» su ventaja frente a Royal y explicar algunas de las reformas que desea aplicar.
«Nosotros no necesitamos un club de fans, queremos ciudadanos», aseguró el alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoe.