Siete personas resultaron heridas en cuatro explosiones de cartas bomba registradas en Gran Bretaña en los últimos cinco días, que han suscitado temores de que los ataques continúen y desatado especulaciones de que sus autores sean conductores descontentos.
Tres personas resultaron heridas hoy al estallar un paquete bomba en la Agencia de Permisos para Vehículos y Conductores (DVLA, por sus siglas en inglés), de Swansea, (Gales, oeste), indicó la policía.
El área de las oficinas, que forman parte del departamento de transporte británico, ha sido acordonada y los vecinos están siendo evacuados.
La policía del condado de Kent (extremo sudeste de Inglaterra) anunció este miércoles que una carta bomba estalló el sábado en la residencia de un hombre de 53 años, cuya identidad no fue precisada.
Ayer, un paquete sospechoso estalló en una oficina de la localidad de Wokingham (oeste de Londres), y otro el lunes en el centro de Londres. Cuatro personas resultaron heridas en esas dos explosiones.
La explosión del martes tuvo lugar en una oficina que gestiona las multas por exceso de velocidad y la del lunes ocurrió en el despacho de la empresa Capita, que se ocupa de tareas de administración local, entre ellas el pago de impuestos a la circulación.
Según la prensa británica, esa firma recauda anualmente 25 millones de pagos de automovilistas que quieren ingresar al centro de Londres.
La policía está investigando si las explosiones están vinculadas entre sí, mientras surgieron temores de que conductores, indignados por multas y por el pago de altos impuestos por circulación, hayan desatado la campaña de paquetes bombas.
En esta investigación participan tres fuerzas de la policía británica, que alertó el miércoles a compañías, organizaciones y al público sobre la serie de explosiones con paquetes bomba.
La policía reveló el miércoles que en las últimas tres semanas son siete los paquetes bomba que han sido recibidos, entre ellos uno en Birminghan y dos en Oxfordshire, en los cuales una persona resultó herida.
El ministro del Interior, John Reid, describió la serie de ataques como «preocupante», pero advirtió que es «importante que dejemos que la policía haga su investigación, sin demasiadas especulaciones».
El primer ministro Tony Blair, interrogado sobre las explosiones en la sesión semanal de preguntas en el Parlamento, afirmó que «los incidentes están siendo examinados e investigados con mucho cuidado».