Venezuela celebrará el lunes próximo el Bicentenario de su declaración de Independencia con un fastuoso desfile militar, durante el cual el presidente Hugo Chávez estará rodeado de sus aliados del ALBA y otros representantes de países amigos.
«Debemos prepararnos con orgullo patrio para conmemorar esta fecha, que debemos honrar con nuestra lucha y constancia en la reconstrucción de la patria nueva bajo el liderazgo del presidente Hugo Chávez», pidió recientemente el vicepresidente del país, Elías Jaua.
El mandatario venezolano hizo coincidir esta fecha con una cumbre de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), y no fue una casualidad.
Con esta iniciativa regional Chávez quiso contrarrestar hace cinco años el ALCA, proyecto apadrinado por Estados Unidos, el nuevo «imperio» del que el líder sudamericano desea liberar a su pueblo 200 años después de la gesta de Simón Bolívar.
Así, los mandatarios de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbudas, y San Vicente y las Granadinas, todos miembros del ALBA, además de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el jefe de Estado dominicano, Leonel Fernández, estarán junto a Chávez en el desfile militar.
Posteriormente, la mandataria argentina será la oradora de honor ante la Asamblea Nacional (Parlamento).
Durante una reunión, los presidentes del Alba «evaluarán el estado actual de la independencia en el continente (…) frente a tantas agresiones permanentes», explicó el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro.
Chávez también anunció que a la conmemoración del 19 de abril asistirán delegaciones de Vietnam, Belarús, China, Rusia, Argelia, Irán y Libia, países con los que Venezuela ha estrechado sus relaciones en estos últimos años.
«Será un desfile memorable, a la altura del Bicentenario. Presentaremos cosas muy novedosas, no sólo en la parte militar. Imagínense ustedes desfilando con sus trajes rojos a las milicianas revolucionarias (….) Veremos mujeres piloteando helicópteros. Esto sólo ocurre en una revolución socialista», agregó.
Para el ministro de Defensa, el general Carlos Mata Figueroa, será un desfile «nunca visto» en la historia venezolana, en el que participará toda la población. «Obreros, campesinos, indígenas: toda nuestra cultura patria estará presente», prometió.
Desde hace días, los cazabombarderos Sukhoi que Venezuela compró a Rusia sobrevuelan el cielo de Caracas practicando para la parada militar, las calles de la capital se limpiaron, grafitis conmemorativos adornan las calles y algunas fachadas cercanas al Panteón nacional, donde están los restos de Bolívar, fueron pintadas con los colores de la bandera venezolana: roja, amarilla y azul.
El 19 de abril de 1810 comenzó la lucha por la independencia de Venezuela cuando los caraqueños no reconocieron a Vicente Emparan, el último capitán general español, y proclamaron un gobierno propio en un momento en que en España el rey Fernando VII había sido depuesto por las tropas napoleónicas.
La independencia de Venezuela se concretaría finalmente tras la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821.
Para los críticos del gobierno, Chávez transformó esta conmemoración patria en una fecha de sus partidarios.
«Es transplantar una fiesta para sus propósitos personales. Es la fiesta de la revolución y no la fiesta de la independencia. Es una exaltación de lo militar, una celebración de cartón, poco consensuada, nada representativa», declaró el profesor universitario y experto en Relaciones Internacionales, Carlos Romero.
Si se toma en la mano un libro de historia, uno de los grandes ausentes será el presidente de Colombia, llamada Nueva Granada en el siglo XIX, que formó parte junto a Venezuela, Ecuador y Panamá, del proyecto de integración regional de Bolívar conocido como Gran Colombia.
Hoy en día las relaciones entre Venezuela y Colombia atraviesan numerosos obstáculos y sus respectivos presidentes tienen poco que celebrar juntos.
La conmemoración de los Bicentenarios de la independencia de los pueblos de América Latina comenzó en mayo de 2009 en Bolivia y concluirá en 2012.
El presidente Hugo Chávez conmemorará el lunes el Bicentenario de la Independencia de Venezuela con el convencimiento de que su revolución bolivariana es heredera de esa gesta ocurrida hace 200 años, que él busca proyectar para la conquista de una «independencia definitiva».
En sus casi once años de gobierno, Chávez ha vinculado su proyecto socialista con las guerras de Independencia, así como con la unidad de América Latina en «un solo pueblo libre», una idea que dice tomar del Libertador Simón Bolívar y del cubano José Martí, a quienes siempre recurre en sus discursos.
«Hemos recuperado la independencia en estos últimos 10 años. Aquí estamos los hijos de Simón Bolívar. Hemos vuelto. Y yo creo, me lo dice el corazón, que ahora llegamos para triunfar», declara el mandatario.
Para algunos historiadores críticos del gobierno de Chávez – que en 2012 aspirará a un tercer mandato consecutivo – no existe comparación posible entre el 19 de abril de 1810 y de 2010.
«Son épocas incomparables. No tiene nada que ver 1810 con la sociedad de los hidrocarburos del siglo XXI», comentó a la AFP el historiador Elías Pino Iturrieta.
Cualquier analogía entre esa época y la petrolera Venezuela actual «es manipulación política», añade.
«Una cosa es lo que ocurrió hace 200 años cuando se buscaba apoyar a la Monarquía española contra la invasión francesa (…) y otra, la manipulación que se hace en nuestros días de una «lucha contra el imperialismo»», coincide Manuel Donís, historiador de la Universidad Católica Andrés Bello.
Además, comenta a la AFP, «un proceso de Independencia no podría estar liderado por una persona que tenga rasgos totalitarios y que pretenda imponerse como un caudillo más».
Los festejos del Bicentenario se iniciarán el 19 de abril, cuando se conmemora la instalación de una primera forma de gobierno autónomo, la Junta Suprema de Caracas. La Independencia se concretó años más tarde tras muchas batallas protagonizadas por Bolívar.
Para el historiador Tomás Straka no es novedad esta pretendida similitud entre la Independencia, la figura de Bolívar y la revolución bolivariana.
«Esta comparación es de los más viejos y tradicionales expedientes de la política venezolana. Los gobiernos en Venezuela han tratado siempre de legitimarse presentándose como herederos de una gesta libertadora», comentó.
La continuación de la obra de Bolívar y la idea de que los países de América Latina sean «un solo pueblo» tampoco es exclusividad de Venezuela, aunque Chávez es el que lo ha llevado más lejos, promoviendo una integración latinoamericana que se oponga frontalmente a Estados Unidos, afirman los expertos.
Por ejemplo, a mediados del siglo XX, ya el argentino Juan Domingo Perón quería formar un bloque de países latinoamericanos, una alternativa para no alinearse con alguna de las dos potencias mundiales enfrentadas en esa época, Estados Unidos y la Unión Soviética.
«Chávez es uno de los salvadores a los que ha acudido América Latina. La última edición de este Mesías, es Chávez», sostiene Elías Pino.
Y aunque el venezolano cita constantemente a Bolívar, públicamente rehúsa las comparaciones con el prócer.
«í‰l se considera imprescindible para este proceso, aunque en su retórica diga que es «una brizna en el viento»», comenta Pino, quien ha dicho que a Chávez «le interesa poner al mismo nivel la epopeya del pasado con la pretendida revolución de nuestros días».
«Nuestro actual proceso revolucionario debe avanzar hacia nuestra independencia definitiva a través de la vía venezolana al socialismo», escribió Chávez por estos días en la columna que publica en la prensa.