Nick Clegg, gran revelación de la polí­tica británica


El lí­der de la oposición liberal-demócrata británica, Nick Clegg, hace gestos durante un debate televisado con el primer ministro y lí­der del Partido Laborista, Gordon Brown, y el lí­der del partido de la oposición conservadora, David Cameron. FOTO AFP / Ken McKay / ITV / Handout

El hasta hora poco conocido lí­der liberal demócrata, Nick Clegg, fue la gran revelación del primer debate electoral televisado de la historia del Reino Unido, en el que se presentó como una seria opción alternativa a las fracasadas polí­ticas de los grandes partidos.


A tres semanas de los comicios, Clegg, de 43 años, sobresalió como el ganador de la justa celebrada la noche del jueves por delante del primer ministro laborista, Gordon Brown, y del lí­der conservador David Cameron, según todos los sondeos realizados tras el inédito programa seguido por casi 10 millones de espectadores.

«Polí­ticamente, la emergencia de Nick Clegg como un actor importante en esta elección es lo que resultará más significativo», declaró el analista polí­tico de la BBC Nick Robinson. «El lí­der liberal demócrata tuvo una gran oportunidad para presentarse a los millones de votantes que apenas lo conocí­an y la aprovechó con brí­o», agregó.

A pesar de que Clegg tiene escasas posibilidades de convertirse en el próximo inquilino de Downing Street, esta victoria deberí­a reforzar su posición cuando todos los sondeos apuntan a que ninguno de sus dos rivales logrará en las urnas una mayorí­a clara para gobernar.

Su actuación dio a los «LibDems» un serio empujón en las encuestas. El tercer partido británico tendrí­a ahora 24% de intención de voto, contra 28% para los laboristas y 35% para los conservadores, según una extrapolación realizada este viernes por el instituto ComRes para la cadena ITV a partir de un sondeo de 4.000 personas que vieron el debate.

Sin esta extrapolación a nivel nacional, el partido de Clegg superarí­a a los laboristas, 34% contra 24%, y se situarí­a justo detrás del candidato de los «Tories» (36%), que hasta hace sólo unas semanas todo el mundo veí­a ya primer ministro.

«Nick Clegg convirtió anoche esto en una carrera a tres bandas», declaró uno de sus predecesores en el cargo, Paddy Ashdown, advirtiendo sin embargo que no era momento para «triunfalismos». Los otros dos partidos «van a ir por nosotros, ya verán», declaró en la radio BBC.

Desde que asumió las riendas del partido en 2007, Clegg se esforzó por hacer aparecer a los «LibDems» como una alternativa creí­ble al bipartidismo.

«No permitan que les digan que su única opción es entre dos viejos partidos que se han estado jugando a pasarse el gobierno durante 65 años», declaró durante el debate el lí­der de la formación que tení­a 63 de los 646 escaños en el parlamento saliente.

Las diferencias polí­ticas entre este ferviente defensor de las libertades civiles y europeí­sta convencido son evidentes, y quedaron patentes en el debates en la mayorí­a de los temas abordados durante el primero de los tres debates programados antes de los comicios.

Pero sus biografí­as también les distinguen. Nacido en 1967, Clegg que tiene una abuela paterna rusa y una madre holandesa nacida en Indonesia. Se graduó en Antropologí­a en Cambridge, antes de proseguir sus estudios en Estados Unidos y en Brujas (Bélgica), donde conoció a su esposa y madre de sus tres hijos, la abogada española Miriam González Durántez.

Tras iniciar su carrera en el periodismo, entró a trabajar en 1994 en la Comisión europea, y en 1999 obtuvo un escaño de diputado europeo, al que renunció por razones familiares en 2004.

Cinco años después de lograr su primer escaño en el parlamento británico, Clegg, que habla cinco idiomas, podrí­a estar cambiando el curso de una campaña que hasta ahora no habí­a logrado interesar a los británicos.

«Aunque el debate no determine decisivamente el resultado del 6 de mayo, ayudará a aumentar el número de gente que vota», dijo el analista del diario The Guardian, Martin Kettle, para quien «la elección por fin se ha animado».