La legalidad de un decreto dictado por el presidente Daniel Ortega para prolongar la estancia a cuestionados magistrados electorales y judiciales que cumplieron su período sumergió este jueves al poder judicial de Nicaragua en una profunda crisis.
La legalidad de un decreto dictado por el presidente Daniel Ortega para prolongar la estancia a cuestionados magistrados electorales y judiciales que cumplieron su período sumergió este jueves al poder judicial de Nicaragua en una profunda crisis.