El poderoso sindicato IG Metall, que representa a 3,4 millones de trabajadores metalúrgicos y electrotécnicos, abre hoy la rueda de negociaciones salariales de 2007 con el objetivo de aprovechar el crecimiento económico en Alemania.
La dirección de IG Metall anunció que recomienda un alza de salarios de 6,5% a nivel nacional para los 3,4 millones de trabajadores del sector, cuyos acuerdos sirven de referencia para el conjunto de la industria alemana.
Esta propuesta deberá ser adoptada definitivamente el 26 de febrero, tras una nueva ronda de consultas con las regiones. Las negociaciones deberán comenzar oficialmente el 12 de marzo en Renania del Norte-Westfalia, la región más poblada de Alemania.
Tras varios años de moderación, el sindicato estima legítimo beneficiar también a los asalariados de la buena coyuntura mundial y alemana, así como la buena salud del sector.
«La industria de la metalurgia y de la electrotecnia puede soportar sin problemas y financiar un alza de 6,5%», estimó el presidente del sindicato, Juergen Peters.
En el pasado reciente, IG Metall llegó dos veces a la mesa de negociaciones con la patronal con una reivindicación de esta amplitud, en 1999 y 2002, para obtener al final de cuentas un 4% de aumento.
La patronal había anunciado que 3% era su límite de tolerancia absoluto. Este martes la confederacion que los agrupa volvió a la carga agitando la amenaza de supresiones de empleo.
«El alza de salarios de 2007 debe ser menos importante que el del año pasado, si no esto va a costar empleos», declaró Dieter Brucklacher, presidente de la Confederación Alemana de Fabricantes de Máquinas-Herramienta (VDMA) al diario Berliner Zeitung.
De parte de los economistas reina también el escepticismo. «Los sindicatos deberán decidir si quieren permitir la creacion de empleos o más salario para los que ya tienen trabajo», según Thomas Mayer, economista jefe del Deutsche Bank, citado por el diario Handelsblatt.
Este es el mismo argumento utilizado por la federación de la patronal metalúrgica Suedwestmetall (del suroeste de Alemania).
Para Brucklacher, sólo un acuerdo moderado permitirá mantener la tendencia actual de creación de empleos en el sector.
En 2006, IG Metall reivindicó 5% de aumento y obtuvo 3% en un año. Los acuerdos se aplican a grandes compañías de la economía alemana como Daimler-Chrysler, BMW, Siemens o Infineon, al igual que a una gran parte de las pequeñas y medianas empresas que forman el tejido principal de la industria alemana.