Empleadas de casa siguen sin cobertura social


Con frecuencia, las trabajadoras de casa particular o empleadas domésticas tienen que estar disponibles para sus patronos durante las 24 horas -de seis y hasta sietes dí­as consecutivos-, y aunque existen facilidades para proporcionarles cobertura social, sólo un mí­nimo de ellas cuenta con ese beneficio del IGSS.

Flor de Marí­a Ortiz
florortiz@lahora.com.gt

Un empleada de casa acude a un centro de registro de PRECAPI. De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), sólo 87 de 10 mil 900 trabajadoras de casa particular cuentan con cobertura social. ARCHIVOLa atención a menores de edad esta contemplada en el PRECAPI, sin embargo son pocas las afiliadas a ese programa. ARCHIVO.

De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), sólo 87 de 10 mil 900 trabajadoras de casa particular cuentan con cobertura social, es decir, el 0.8 por ciento.

Esto, pese a que desde septiembre del año pasado cobró vigencia el Programa Especial de Protección a Empleadas de Casa Particular (PRECAPI) del Seguro social, con el que se pretende garantizar la atención médica a este sector laboral.

El IGSS explica -en su portal de Internet- que el programa tiene el propósito de otorgar cobertura del régimen de seguridad social, a las trabajadoras domésticas que se dedican en forma habitual y continua a labores de aseo, asistencia y demás quehaceres propios de un hogar o de otro sitio de residencia o habitación particular, que no importe lucro o negocio para el empleador.

Sin embargo, esto no se cumple debido a que una buena cantidad de empleadas domésticas aún no están inscritas, ya sea por la falta de conocimiento sobre el programa o la negativa de los patronos para facilitarle los trámites, debido a que el registro en el Seguro social no es obligatorio.

INSUFICIENTE

Maritza Velásquez, coordinadora de programas de la Asociación de Trabajadoras del Hogar, Domicilio y Maquila (ATRAHDOM), indica que el PRECAPI no llena las expectativas de un programa de seguridad social.

En primera instancia, critica que el Seguro social deje en manos de los patronos la decisión de inscribir o no a la empleada doméstica. «La seguridad social es un derecho de las trabajadoras y no un gusto de los empleadores».

Además, señala que las áreas de cobertura son insuficientes para las necesidades reales de las trabajadoras de casa particular. Esto, porque el programa se limita a atender accidentes, maternidad, a los hijos menores de cinco años que se encuentran sanos y las prestaciones en dinero.

La cobertura también es cuestionada, ya que ATRAHDOM registra 181 mil trabajadoras de casa particular, de las cuales un 62 por ciento son de la Capital y el 38 por ciento restante de los departamentos.

De esa cuenta, el porcentaje de efectividad de PRECAPI se reducirí­a a 0.04 por ciento.

Por otro lado, Velásquez aseguró que el trato que dan algunas enfermeras, doctores, secretarias y personal administrativo del IGSS no es el adecuado y «no es bueno», por tal motivo el programa para las domésticas tampoco es atractivo.

«No hay voluntad polí­tica en las autoridades del IGSS por hacer las cosas bien. Puede que haya algún interés en el Gobierno para que tengamos cobertura social pero, las autoridades del seguro social no responden», enfatizó.

EN ATENCIí“N

De acuerdo con ATRAHDOM, a la fecha tendrí­an que estar inscritas en PRECAPI unas 2 mil mujeres y la cifra tendrí­a que crecer para asegurarse de que el programa está funcionando.

«Sucede todo lo contrario, ya que a nadie le ha importado el bienestar de las mujeres trabajadoras, aunque sean uno los sectores más desprotegidos de la población», dice Velásquez

De acuerdo con los datos proporcionados por el IGSS, desde la entrada en vigencia del programa todaví­a no se han requerido los servicios por parte de las domésticas que están inscritas.

El IGSS refiere que es de suma importancia dar a conocer el programa y que los patronos sean conscientes para que inscriban a las trabajadoras.

Ante esta situación, la representante de ATRAHDOM concluye que PRECAPI es un programa «sacado de la manga» que demuestra «el desinterés del IGSS por la clase trabajadora».

PRESUPUESTO

El Movimiento Social señaló que «es necesario avanzar en las soluciones de la problemática administrativa, polí­tica y financiera del IGSS, para impulsar un verdadero modelo de sistema de seguridad social y que la institución cumpla con su papel de compensador social».

Francisco Mendoza, coordinador de la Fundación Mario López Larrave (FMLL), manifestó que existen diversas perspectivas para analizar el PRECAPI. «Primero, esta es una iniciativa de varios sectores sociales, desde hace varios años, por ampliar el tema de la cobertura a aquellos sectores que no han tenido acceso y que son parte fundamental del trabajo».

Sin embargo, señaló que «no hay suficiente capacidad de poder socializar y de sensibilizar a la gente para que pueda tener acceso al programa y tampoco realizado con éxito el programa de inspección».

Talvez los inspectores del seguro social no han tenido oportunidades, los recursos o no tienen voluntad de monitorear las áreas de la capital donde se concentra la mayor fuente de trabajo de casa particular; la expectativa de que la cobertura era de diez mil personas en un año, y hasta la fecha solamente hay 87 personas inscritas, añadió

«En términos de expectativas el plan piloto está mal, porque no contempla a cubrir las necesidades de las trabajadoras de casas particulares, ya que no cubre el programa de vejez, invalidez y sobrevivencia, el cual tendrí­a que estar dentro del programa, ya que las trabajadoras corren riesgos dentro del trabajo y muchas llegan a edad avanzada y siguen trabajando; sin tomar en cuenta esta situación», puntualizó Mendoza.

Se intentó en reiteradas ocasiones conseguir una reacción del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, para conocer su posición con respecto al tema, sin embargo no se atendió la solicitud de este medio.

TRíMITE INSCRIPCIí“N


El empleador o empleadora obtiene, llena y firma un formulario DRPT-63, que es necesario para la solicitud de inscripción, actualización o reposición de carné del Programa Especial de Protección para Trabajadoras de Casas Particulares, y lo entrega en las oficinas del seguro social adjunto a los siguientes documentos:

· Fotocopia de DPI o cédula de vecindad

· Fotocopia de DPI o cédula de vecindad de la trabajadora

· Fotocopia de recibo de agua, luz o teléfono del lugar de trabajo.

(En el caso de las menores de edad, deben presentar el certificado de nacimiento y/o una carta de autorización de sus padres o del Ministerio de Trabajo).

Posteriormente, la trabajadora se presenta a la Unidad de Registro y Emisión de Carnés de Afiliación en las oficinas centrales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

El operador del IGSS ingresa el formulario DRPT 63, captura la foto, huella y firma digital y luego entrega contraseña a la trabajadora para que se le entregue el carné de afiliación.

La cobertura que dará el IGSS a las trabajadoras de casa particular son los servicios de maternidad, cobertura de accidentes y control de niño sano; subsidios monetarios por maternidad y accidentes, de acuerdo con la siguiente tabla:

Tipo de subsidio Pago por dí­a Pago máximo Prenatal Q52.00 30 dí­as = Q1560.00 Post Natal Q52.00 54 dí­as = Q2808.00 Aborto Q52.00 27 dí­as = Q1404.00

· El pago del subsidio será equivalente a las dos terceras partes del salario mí­nimo establecido.

· El subsidio se reconoce a partir del segundo dí­a después de ocurrido el accidente.

· El subsidio por accidente se paga hasta por 2 trimestres a partir de la fecha del accidente.

· El salario completo correspondiente al dí­a del accidente, debe pagarlo por completo el empleador.

SERVICIO DOMí‰STICAS


Guatemala es el paí­s con más niñas dedicadas al trabajo doméstico en América Latina, al llegar a 14,4 por ciento del total de empleadas, seguido por Honduras con 10,3 por ciento, Nicaragua con 9,8 por ciento y El Salvador con 6,7 por ciento, según un informe publicado a comienzos de año por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de Unicef.

El 80 por ciento de las trabajadoras de casas salen de sus departamentos para emigrar a la capital guatemalteca y conseguir sus trabajos, pero si se llegan a embarazar, es muy probable que los patronos les despidan para dejarlas en la calle o sin opción de empleo.