Al menos 13 muertos -10 de ellos turistas extranjeros- dejan hasta ahora dos incendios que enlutaron el fin de semana en Chile y destruyeron un hotel, en la austral ciudad de Punta Arenas, y cuatro edificios del casco histórico del puerto de Valparaíso, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Tras su identificación este lunes, el Instituto Médico Legal de Punta Arenas entregó los restos mortales de ocho de los 10 turistas que murieron el sábado atrapados por las llamas en el pequeño hotel Blue House, en el centro de esta ciudad, 2.180 km al sur de Santiago.
Las víctimas son una familia argentina de la ciudad de Río Gallegos, conformada por un matrimonio y dos hijos menores de edad; dos hombres y dos mujeres de nacionalidad alemana, una joven canadiense aún no identificada y una turista australiana cuya identidad tampoco fue determinada.
El turista israelí Eretzkd Laron regresaba la madrugada del sábado al hotel cuando quedó paralizado al ver el fuego que destruía el edificio, según recordó en declaraciones al diario local La Prensa Austral.
«Saber que amigos que cenaron contigo están adentro y no sabes qué hacer, quieres ayudarlos y no sabes cómo», relató Laron al evocar esos momentos.
La mayoría de las víctimas quedaron atrapadas en el segundo piso del edificio, que no contaba con detectores de humo que habrían permitido poner en alerta a los huéspedes antes de la expansión del fuego, según señaló un informe de los bomberos.
En el incendio perecieron los argentinos Esteban Omar Torales, de 28 años; su esposa Jorgelina Andrea Díaz, de 24, y sus hijos Franco Esteban y Facundo Sebastián, de ocho y seis años.
Las otras víctimas identificadas son los alemanes Jennifer Kussel, Philippe Bayer, Peter Konig y María Katharina Konig, informó la Intendencia (Gobernación) regional.
En Valparaíso, patrullas de bomberos removían este lunes los escombros de cuatro edificios del casco histórico de este puerto de la costa central de Chile, 110 km al oeste de Santiago, después de la explosión de gas y el incendio del sábado que hasta ahora dejó tres muertos y seis desaparecidos.
Cosntruidos en el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, dos de los edificios se derrumbaron y los otros dos resultaron destruidos por las llamas en el casco histórico del barrio más antiguo del puerto, declarado hace cuatro años Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
El «Barrio Puerto», que se extiende en torno a la Iglesia de La Matriz -fundada en 1559- y las plazas Echaurren y Sotomayor, es precisamente una de las cinco áreas que consideró la Unesco para declarar a Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad.
La presidenta Michelle Bachelet interrumpió sus vacaciones de verano el sábado por la tarde, para visitar el lugar y disponer las primeras medidas en favor de decenas de damnificados que perdieron sus viviendas.
Mientras continúa la búsqueda de los desaparecidos, el Consejo de Monumentos Nacionales evalúa la magnitud de los daños y las posibles tareas de restauración, informó este lunes el alcalde de la ciudad, Aldo Cornejo.
«Tenemos que ponernos de pie», dijo el alcalde, así como reconocer que los habitantes del «Barrio Puerto» enfrentan ahora «las inseguridades propias de vivir en un barrio antiquísimo, donde hay instalaciones eléctricas antiguas, donde hay instalaciones de agua potable antiguas».
«Por lo tanto vivimos en Valparaíso, en esta parte histórica y en otros lugares, expuestos a un incendio, a alguna explosión de gas como la que ocurrió el día sábado, y vivimos expuestos a un derrumbe», señaló Cornejo.
«Eso es parte de la precariedad de este barrio», agregó.