Las sociedades actuales se han vuelto muy peligrosas. Pese al alto nivel de confianza que se ofrece en la seguridad de otros países, siempre se corre un riesgo y, cuando menos lo esperan, ocurre una desgracia. Peor aún, cuando se trata de países como el nuestro, en que cada día nos enfrentamos a la delincuencia y a la muerte como si estuviéramos jugando un juego de azar.
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Los tentáculos de la delincuencia ya se extienden de modo generalizado hacia toda la sociedad, y no se salva nadie. Sólo esta semana, por ejemplo, un alto funcionario hondureño, el Director de una importante emisora radial de noticias y el cuñado del Procurador de Derechos Humanos, fueron víctimas de la delincuencia común.
Y, aunque la mayor parte de la seguridad pública es y debe ser labor de las fuerzas de seguridad estatales, esto no significa que el ciudadano común y corriente no pueda procurarse cierto bienestar y evitar muchos de estos peligros, que, en buena parte, podrían ser evitables.
Al menos, ése es el criterio de M.A. Duarte, un guatemalteco experto en seguridad, y que ha desarrollado toda su carrera como consultor en este tema para importantes sectores de aquel país, incluido el Departamento de Defensa.
M.A. Duarte tiene raíces guatemaltecas, aunque toda su trayectoria la ha realizado en Estados Unidos. Obtuvo una licenciatura en Ingeniería Industrial en Houston, Texas, EE.UU. Se especializó en evaluación y gestión de riesgos y seguridad. Durante varios años participó en proyectos de seguridad y protección de infraestructura crítica para el Departamento de Defensa, para el Departamento de Seguridad Nacional y para el Departamento de Estado de los EE.UU.
Subsecuentemente, fungió como especialista y asesor en seguridad y riesgo en varios países alrededor del mundo, y por este trabajo recibió varios reconocimientos a nivel internacional. Tuvo a su cargo grupos de seguridad y reacción, de mitigación de riesgos y crisis.
Fue instructor de inteligencia de campo, evaluación de perfiles, y manejo de crisis y emergencias de seguridad. Luego de completar una Maestría en Administración de Empresas, se movilizó a la industria privada. Actualmente es Presidente de operaciones para América Latina de DMC International.
Mí‰TODO
Duarte ideó un método para que una persona cualquiera pueda prevenir gran parte de los peligros que le acechan, sobre todo los provenientes de la delincuencia. Y es que, a criterio de este especialista en seguridad, en nuestro entorno hay muchos indicios que nos podrían alertar si estamos en peligro o no.
A manera de anécdota, Duarte narra una historia cuando él estaba en un restaurante al aire libre, y observó a un niño de más o menos tres años. El día era caluroso, por lo que este y otros niños se acercaban a la fuente de agua del restaurante, para chapotear y refrescarse.
«El pequeño que llamó mi atención tenía una chispa en su mirada, combinada con una extraña y preocupada picardía. Sin alejarse de la fuente, el pequeño observa en repetidas ocasiones, en dirección a sus progenitores. Después de mirar aquella escena durante unos minutos, aposté a mi acompañante que aquel niño se zambulliría en la fuente», explica Duarte.
Y tenía razón, porque ese niño, de repente, lanzó una mirada a sus padres, se quitó la ropa y se zambulló. El padre del niño dijo a su cónyuge: «Te dije que se iba a meter a la fuente».
¿Cómo es posible prever estas situaciones? Según Duarte, dentro de nosotros hay un conocimiento adquirido por años, que nos permite reconocer algunas actitudes que nos parecen sospechosas.
«Recuerde cómo se ha sentido cuando está por hacer algo que no debería hacer. Digamos, cuando busca una excusa para saborear ese cigarrillo a escondidas, o cuando su curiosidad está por vencerle y se prepara para ojear algunas líneas que no fueron escritas para sus ojos. Intente verse a usted mismo momentos antes de cometer esa travesura. O bien, imagine a esa persona que descubrió momentos antes de cometer una diablura: Movimientos sigilosos, manos recogidas al pecho, constante chequeo de los alrededores…», ilustra Duarte con este ejemplo.
En realidad, habla de las reacciones psicobiológicas que son un reflejo inconsciente de un acto específicamente criminal. Pero, no sólo basta con saber descifrar estos indicios de comportamiento criminal, sino también de poder evitarlo o escapar en caso de estar en medio del proceso.
«Regrese ahora a ponerse usted en el papel del que comete la travesura. ¿Cuál es su reacción? Invariablemente, es un salto nervioso provocado por nuestros músculos reaccionando al impulso eléctrico enviado por nuestro instinto gritando alguna grosería, para terminar diciendo: «Me sorprendieron».
Con base a esta teoría, de los indicios previos y de cómo reacciona un delincuente al ser sorprendido, Duarte ideó el sistema AHORA, que son prácticas habituales de nuestro comportamiento en sociedad, para intentar evitar ser víctima de un delincuente común. (LEA: ¿QUí‰ SIGNIFICA AHORA?)
RESPONSABILIDAD
Duarte comenta una historia que la incluye dentro de su libro «AHORA. Evitando los peligros de una sociedad insegura», cuenta que en diciembre de 2001, cuando el mundo ya estaba en medio de una paranoia de ultraseguridad por los atentados de septiembre de ese año, un hombre abordó un vuelo trasatlántico proveniente de Francia, y que intentó detonar un explosivo que tenía en el zapato.
Según testimonios posteriores de los pasajeros del avión, mencionaron que el individuo había mostrado un «extraño» nerviosismo mientras mantenía la mirada «totalmente perdida». A pesar de eso, se le permitió abordar. Ya en el vuelo, el aprendiz de terrorista intentó activar el artefacto, pero varios pasajeros y los miembros de la tripulación se percataron de sus intenciones antes de activar el explosivo y lo neutralizaron.
«No se pierda preguntándose cómo logró este individuo abordar el vuelo con un explosivo. Para fines prácticos, esto no nos concierne. Lo que es importante para nosotros es que hubo dos grupos de personas (los que lo dejaron abordar al avión, y los que volaban con él) que detectaron el mismo comportamiento extraño del fallido terrorista, pero sólo uno de ellos actuó correctamente. ¿Por qué? Porque el primer grupo ignoró su instinto de supervivencia», explica Duarte como moraleja de esta historia.
Y es que si se trata de responsabilidad, es muy cierto que esperamos que las autoridades de seguridad nos protejan y eviten a toda costa cualquier incidente. Pero sabemos que esto no es tan efectivo.
Así que, según la filosofía de Duarte, es importante que seamos responsables nosotros mismos y tratemos de estar atentos, por nuestra propia seguridad.
Usted sabe -si va caminando por la zona 1, por ejemplo- qué calles son peligrosas, o en cuáles ha escuchado que han asaltado más. O si va en su vehículo en el bulevar Liberación, y ha escuchado que cuando hay mucho tránsito, delincuentes aprovechan para robar celulares a los incautos.
El punto es que hay que estar siempre atentos y confiar en el instinto de supervivencia, ya que de ello depende nuestra seguridad. Muchas de estas sugerencias y estrategias las revela Duarte en su libro ya mencionado.
OPINIONES
«Muy pocos libros logran esta transición de la forma en la que lo logra el libro AHORA. En lugar de instruir o educar al lector, este libro lo lleva a un nuevo nivel de consciencia situacional en la cual los elementos criminales se hacen más obvios, utilizando actividades cotidianas que todos como seres humanos practicamos diariamente», comentó Mark Mancuso, experto en seguridad, que fungió como director de seguridad del Departamento de Aviación de Houston.
«Después de leer el libro AHORA, usted verá el mundo en forma diferente, como si se hubiese puesto un nuevo par de anteojos. Verá detalles que no veía antes y podrá planear sus acciones para enfrentar cualquier situación que se le presente. Este libro no sólo puede cambiarle la vida, puede llegar a salvarla y a salvar la vida de sus seres queridos también», refirió Mancuso.
AHORA es un método que se basa en cinco ejes distintos, cada uno por cada letra de esta palabra: A(ctitud responsable), H(ábitos de seguridad personal), O(bservación del entorno), R(eacción para ponerse a salvo) y A(lertar).
%u2022 Actitud responsable; cada persona es responsable de su seguridad, sobre todo en ciudades peligrosas, por lo que se hace necesario y debe fomentar actitudes que se conviertan en hábitos y permitan de manera natural mantenerse en control de su entorno.
%u2022 Hábitos de seguridad personal; la práctica constante de actitudes y habilidades permite crear hábitos que se convierten en características intrínsecas de las personas.
%u2022 Observación del entorno; es fundamental aprender a identificar espacios, situaciones, así como las opciones de desplazamiento en el entorno que se encuentra.
%u2022 Reacción para ponerse a salvo; la práctica de actitudes, hábitos de seguridad personal y la observación constante, permiten controlar las emociones en momentos complejos y reaccionar de manera correcta.
%u2022 Alertar para salvar a otros; saber controlar las situaciones coloca a las personas en posiciones ventajosas que permiten salvarse a sí mismos y a otros.
PARA LA CASA
· Asegúrese que las puertas y ventanas estén siempre cerradas.
· Si abre una puerta, portón o ventana, hágalo rápido y sólo para cumplir su propósito. Tan pronto termine, cierre de nuevo. Antes de abrir, dé una ojeada en las afueras.
· No permita que cualquier persona entre a su casa sin antes asegurarse de que la persona dice quien dice ser.
· No dé información personal.
· No informe a nadie ajeno a su familia que va a salir por largas horas o de viaje.
· Si al salir o entrar a casa, observa personas extrañas a menos de 50 metros, procure esperar a que se alejen.
EN EL AUTOMí“VIL
· Cuando se disponga a abordar su auto, no se distraiga buscando las llaves. Tenga las llaves en la mano antes de abordar. Bien utilizado, su llavero puede servir como una medida defensiva de último momento.
· Antes de subir o bajar del auto, observe a su entorno.
· Al parquearse, observe a las personas que hay alrededor. No busque rincones aislados, y parquéese en lugares donde haya carros como el suyo, para evitar que éste resalte.
· No permanezca dentro del auto al estar estacionado, porque se convierte en presa fácil.
· Al conducir, esté constantemente atento a los autos que circulan a su alrededor. Con precaución, intente fijarse en los ocupantes de los carros.
· No hable por celular al conducir o caminar por la calle. Ir conversando evita que toda su atención se centre en su seguridad.
· En tráfico lento, siempre deje medio automóvil de espacio por delante suyo, para tener opción de maniobrar.
· Las estadísticas revelan que la mayoría de atracadores de pilotos de carros, atacan por el lado izquierdo (en el sentido de la vía). Es más seguro viajar del lado derecho.
· En los semáforos, esté atento de los carros y peatones que estén en ese punto. No se distraiga maquillándose, hablando por celular, volteando a ver a los niños o comiendo. La mayoría de atracos a carros se dan en semáforos.
OTROS CONSEJOS íšTILES
· Considere utilizar una segunda billetera para sus documentos personales, y no la tenga junto a su otra billetera donde tiene el dinero.
· Proteja su información confidencial. En manos ajenas, ésta puede servir para extorsiones, información sobre dónde vive, sus cuentas bancarias, etc.
· No hable por celular en lugares públicos peligrosos. Además de ser atractivos por su valor en el mercado negro, el celular también posee información de sus contactos que podría ser útil a los delincuentes.
El libro «AHORA. Evitando los peligros de una sociedad insegura» puede ser adquirido en Artemis Edinter, Sophos, Mater et Magistra, Libros Selectos y en distintos salones y centros de cuidado personal.