El Impresionismo, el movimiento más popular en la historia del arte, no habría nacido sin la luz húmeda, la versatiliddd del cielo, los colores y la belleza de Normandía (noroeste de Francia), que lanza un Festival para celebrarse como su cuna.
A su vez, Giverny, la pequeña localidad normanda donde se instaló en 1883 Claude Monet, cuya obra «Impression de Soleil Levant» dio nombre a este movimiento, inauguró una exposición que reúne 80 obras de los maestros que lo protagonizaron, entre ellos Auguste Renoir, Alfred Sisley y Camille Pissarro.
Todos ellos, que como tantos otros artistas, siguieron a Monet a Giverny o a sus alrededores, rechazaron el academicismo dominante y compartieron su profundo amor por la naturaleza y por el Sena, que pintaron en tenues y luminosos paisajes al aire libre, indicaron sus organizadores.
Titulada «El impresionismo a lo largo del Sena», la exhibición en el museo de Giverny, a 50 metros del maravilloso jardín de Monet, se abre con grandes lienzos preimpresionistas, entre ellos «Canotier au chapeau haut de forme» de Gustave Caillebotte, así como cuadros de Camille Corot y Eugí¨ne Boudin.
En el último salón de este luminoso museo, pinturas de Henri Matisse confirman que el impresionismo es uno de los movimientos pictóricos que más ha influido en la obra de artistas posteriores.
«Normandía fue un fantástico taller para los artistas», resaltó Jacques-Sylvain Klein, comisario del festival impresionista, una fiesta que entre junio y octubre consagrará la importancia de Normandía en este movimiento nacido en las tres últimas décadas del siglo XIX.
«El impresionismo no se desarrolló por azar», insistió el comisario, al presentar el programa de este festival pluridisciplinario, de una importancia inédita en Francia.
Desde conciertos alrededor de Claude Debussy, Maurice Ravel, Erik Satie, a fiestas danzantes en barcazas en el río Sena, pasando por exhibiciones de vídeos y fotografías, piezas de teatro, encuentros literarios, cine al aire libre e iluminación de edificios emblemáticos de la región: unas 200 actividades festejarán al impresionismo con todos los honores.
El Festival «Normandía impresionista» será «una gran fiesta popular», que contará una «historia distinta» de la que se suele escuchar, según la cual el impresionismo nació en 1863 en París en el Salón de los Rechazados, subrayó Sylvain Klein.
El comisario se refirió así la disputa entre los pintores consagrados, que exhibían en los Salones de París, la nueva corriente pictórica de los impresionistas, que irrumpieron con una nueva manera de ver la naturaleza, la revolución industrial y el nacimiento del mundo moderno, y cuyas obras fueron rechazados en el salón parisino.
Por su parte, la ciudad de Rouen ha logrado una pequeña hazaña, al reunir 11 de los 18 lienzos de la serie de las «Catedrales» de Monet, pintadas en esta ciudad, para una exposición en el Museo de Bellas Artes.
La muestra «Una ciudad para el Impresionismo: Monet, Pissarro y Gauguin en Rouen», que abre el 4 de junio, presentará un centenar de obras de maestros impresionistas, provenientes de museos y colecciones privadas del mundo entero.