Con la esperanza que su goleador Juan Manuel Olivera se recupere de un fuerte golpe en un hombro, Peñarol viajó ayer hacia Sao Paulo en busca de un triunfo como visitante sobre Santos que le dé el miércoles su sexta Copa Libertadores.
El plantel partió a las 18:30 (2130 GMT) y numerosos parciales se dieron cita para despedirlo en el aeropuerto de Carrasco, el principal de Uruguay.
«Vamos a traer la Copa», coreaban los fanáticos de Peñarol, según informó la edición digital del diario El País. Los futbolistas firmaron autógrafos y se tomaron fotografías con sus admiradores.
«No tenemos más que palabras de agradecimiento para la gente de Peñarol, siempre acompañaron», dijo el arquero Sebastián Sosa en el aeropuerto.
«Esto es una locura, como lo fue durante toda la Copa», expresó Olivera. «La gente está muy ilusionada, ojala podamos darle una alegría».
Aunque el Santos cuenta a su favor con el 0-0 del miércoles pasado en el estadio Centenario y ahora está empujado por su público, en Peñarol reina la confianza, sin desconocer lo difícil de la instancia. Pero nada es fácil cuando de definir estos torneos se trata.
«Estoy trabajando a la par de mis compañeros. Me estoy preparando para llegar a la mejor forma física y futbolística porque no me puedo perder esta final», dijo Olivera, un atacante potente que distrae defensas y complementa las sutilezas del argentino Alejandro Martinuccio.
Sosa, que se convirtió en estelar en esta Copa con grandes actuaciones, dijo que «nosotros sabemos que el resultado en Montevideo pudo ser favorable, tuvimos las mejores chances para convertir pero no pudimos ganarlo, como si repetimos lo realizado como locales podemos darle la alegría que quiere el hincha aurinegro».
El equipo que gane el partido de vuelta se consagrará campeón y si hay empate, la serie irá a un alargue y, de ser necesario, a penales.
El técnico de Peñarol Diego Aguirre, que como jugador le dio la victoria en 1987 al equipo en Santiago de Chile ante el América de Colombia para sumar su quinta copa Libertadores, tiene confianza en los suyos.
«No sé decírtelo, pero que Peñarol tiene eso que los demás no entienden, sí, sí, eso es lo que creo, lo que siento. Es muy difícil el partido. Santos juega de local, está todo bárbaro…eso ya lo sabemos, pero, por otro lado, no creo que haya una sola persona en el Uruguay que se anime a decir que estamos sin chance, que Peñarol no puede salir campeón», agregó.
Con los pies en la tierra, sin embargo, Aguirre aclara que «tampoco hay que crear un clima de demasiado optimismo, porque la realidad es que el Santos hoy tiene el favoritismo de haber empatado fuera de casa y ahora juega de local, con toda su gente. Santos llega mejor posicionado, no digo mejor, sino mejor perfilado».
A iniciativa de los jugadores de Peñarol, el plantel completo de primera división viajaba a Brasil, como una forma de compartir las expectativas: iban incluso los quedaron en el camino que por lesiones, como el zaguero Gerardo Alcoba o el delantero Mauro Guevgeozian.
Si como se cree, Olivera está en condiciones, el equipo que enfrentará al Santos sería: Sosa, Alejandro González, Carlos Valdez, Guillermo Rodríguez, Darío Rodríguez, Matías Corujo, Nicolás Freitas, Luis Aguiar, Matías Mier, Martinuccio y Olivera.
En el banco, pueden estar a las órdenes y según el trámite del partido, el volante más técnico Antonio Pacheco o el delantero Diego Alonso. Asimismo, se ha recuperado el veloz puntero Jonathan Urretaviscaya.