Ni mandado a hacer



Mientras en Parí­s el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático hací­a público su dramático informe, en Florida un tornado fuera de temporada desataba su furia cobrando 19 vidas y destruyendo varios inmuebles en una coincidencia que ni mandada a hacer hubiera resultado tan dramática para evidenciar que los cientí­ficos no estaban hablando exageraciones cuando señalaban que el calentamiento global traerá variaciones climáticas de gran envergadura que se traducirán en desgracias provocadas por fenómenos de la naturaleza.

En efecto, los expertos en clima se mostraron sorprendidos ayer por el inusual tornado que afectó el centro de Florida en febrero, mes en el que no hay registro de ese tipo de fenómenos que se producen en las épocas más cálidas. Pero resulta que ese estado sureño de los Estados Unidos está viviendo uno de los más benignos inviernos de los últimos años, con temperaturas que para estos meses se pueden considerar como elevadas y de esa cuenta el cambio climático es responsable del surgimiento de tornados en un perí­odo en el que no es usual ver desatada esa furia de la naturaleza.

El tema del calentamiento global y los cambios climáticos despierta pasiones y hay gente que considera que son alarmistas las expresiones de cientí­ficos y ambientalistas que vienen advirtiendo sobre desgracias que pueden afectar a toda la humanidad. Y es que la conservación del ambiente implica sacrificios económicos y gastos muy fuertes, por lo que desde el punto de vista empresarial se cuestiona la utilidad de tales polí­ticas que encarecen los costos de producción. Pero cada vez es más consistente la unidad de criterio en la comunidad cientí­fica para advertir sobre las consecuencias quizá irreversibles del calentamiento global y lo que todo ello puede significar para la especie humana.

La acumulación de datos cientí­ficos para probar la existencia de una consistente tendencia al calentamiento, al debilitamiento de la capa de ozono y al perjuicio provocado por los combustibles fósiles está siendo ya irrefutable y hasta los más reacios a aceptar la advertencia empiezan a darse cuenta que no estamos frente a bromas ni a consideraciones extremistas de los llamados ecohistéricos, sino de planteamientos serios, con profunda base en la observación cientí­fica que demuestra fuera de toda duda que hemos perdido la batalla para evitar el deterioro grave del medio ambiente.

Y nunca hubiera nadie imaginado que el escenario para la presentación de un informe sobre la situación del cambio climático y el calentamiento global hubiera sido ese tornado fuera de época en Florida que cobró varias vidas y destruyó muchos inmuebles. El fenómeno natural llegó justo en el momento en que en Parí­s estaban presentando el informe final de la reunión anual de expertos y la coincidencia tiene que abrir los ojos a quienes más se empeñan en seguir por la ruta de la destrucción emprendida por la voracidad de la especie humana.