La reina Isabel II de Inglaterra llega el lunes a Holanda para una visita que se presenta sobria, con ocasión de los 400 años de la Iglesia Reformada Inglesa (ERC) de Amsterdam, la parroquia anglófona más antigua fuera de Gran Bretaña.
«Se trata de una visita privada con aspectos oficiales», según la embajada británica.
Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, serán recibidos por la reina Beatriz de Holanda en el aeropuerto de Rotterdam (suroeste).
Los monarcas realizarán una breve visita al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya, la máxima instancia judicial de Naciones Unidas, pero no está previsto ningún discurso.
«La reina quiere simplemente estar con la gente», según el TIJ, que preside la británica Rosalyn Higgins.
El momento culminante del día de Isabel II y Beatriz será un culto conmemorativo en el templo instalado en Beguinage, en el corazón de Amsterdam, una capilla del siglo XVI cedida en 1607 por el ayuntamiento a los protestantes de lengua inglesa.
«Un don muy holandés: tiene la apariencia de la generosidad y la tolerancia, y así es. Pero también pretendió calmar a los ricos comerciantes ingleses y evitar el desorden», comenta Jan Michael, buena conocedora de lo que los habitantes de la ciudad llaman la «Iglesia inglesa» por haber sido su escribiente más de diez años.
El primer culto en inglés fue organizado allí el 5 de febrero de 1607 y la práctica se interrumpió sólo en los años de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
La parroquia depende de la Iglesia de Escocia (presbiteriana o calvinista), no de la Iglesia anglicana, y por lo tanto Isabel II no es su jefa.
Pero la soberana inglesa participa en los cultos de esta Iglesia cuando está de vacaciones en Escocia; además, algunos pastores de la ERC fueron invitados a predicar en su castillo de Balmoral en años pasados.
Su pastor desde hace 17 años es un escocés, John Cowie, pero la parroquia se presenta como «ecuménica e internacional», y más de 38 nacionalidades se encuentran allí, pertenecientes a confesiones cristianas muy diversas. Durante el culto dominical, el medio millar de asientos casi siempre están ocupados.
«Muchos holandeses, aunque sus socios no sean ingleses, llegaron en los años setenta, cuando la Iglesia Reformada de Holanda adoptó un mensaje social y político que para algunos se desarrollaba en detrimento de lo espiritual», precisa Jan Michael.
«Esta es una de las características de la congregación», comenta el reverendo Cowie. «No es una comunidad de expatriados, tiene vínculos fuertes con la sociedad holandesa».
«La congregación se renueva por mitades cada cinco años, pero sigue creciendo, lo que dista mucho de ser el caso de la mayor parte de las parroquias en Gran Bretaña», añade.
Además, según Cowie, «la mezcla social es sorprendente: en este momento tenemos entre nuestros miembros a un barrendero municipal y a un alto responsable de la policía».
«Es una congregación importante y agradable; amo mucho esta iglesia», confesó en sus «Cartas» uno de sus feligreses más célebres, el pintor Vincent Van Gogh.