UE y Centroamérica aplazan para abril solución a divergencias comerciales


El azúcar es uno de los productos en conflicto, ya que aún no se ha definido su arancel. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La UE y Centroamérica cerraron ayer en Bruselas su penúltima ronda de negociaciones con avances, pero aplazaron para su encuentro de abril una solución a las condiciones de acceso al mercado europeo de productos agrí­colas, necesaria para finalizar su acuerdo.


Los seis paí­ses centroamericanos reclaman en especial a la UE una rebaja arancelaria para el banano, comparable a la ventajosa tarifa pactada con Colombia y Perú. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Cinco dí­as de intensas negociaciones, que se efectuaron a puerta cerrada en un hotel de Bruselas y con frecuencia hasta bien entrada la noche, no lograron acercar posiciones entre ambos bloques sobre la gran preocupación de Centroamérica: los aranceles que debe pagar para exportar a Europa productos como el banano o el azúcar.

«Los europeos nos ofrecieron algunas cifras, pero fueron tan bajas, que seguimos a la espera» de que se mejore la oferta, indicó a la AFP el jefe negociador costarricense, Roberto Echandi, pese a hacer un balance «positivo» de la semana.

«Ciertamente este aspecto se va a cerrar en la última ronda», prevista a partir del 19 de abril en Bruselas, confió Echandi, admitiendo que «aún queda mucho trabajo por delante».

La viceministra nicaragí¼ense de Economí­a, Industria y Fomento, Verónica Rojas, deseó igualmente que la Unión Europea (UE) «revise» al alza la propuesta presentada «por primera vez» el viernes sobre el acceso al mercado europeo.

«No dirí­a que me siento optimista, pero sí­ espero que la mejoren», recalcó Rojas a la AFP.

Fuentes comunitarias confirmaron por su parte que «existen divergencias sobre el capí­tulo de acceso a mercados», negándose a entrar en detalles.

La ronda iniciada el lunes estuvo dedicada exclusivamente al pilar comercial del Acuerdo de Asociación que negocian la Unión Europea (UE) y seis paí­ses centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá).

El objetivo es finalizar las tratativas en la ronda de abril para que los dirigentes de ambos bloques suscriban el acuerdo, negociado desde 2007, en una cumbre entre la UE y América Latina que se celebrará el 18 de mayo en Madrid.

Los pilares de diálogo polí­tico y cooperación están bien encarrilados, pero es en el tercero y último, el comercial, donde las tratativas se han encallado en los últimos meses.

En un comunicado, la delegación costarricense afirmó paralelamente que en esta ronda se cerraron seis capí­tulos, entre ellos los relativos a medidas sanitarias y fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio.

En cambio quedan por definirse, además del acceso a los mercados, el capí­tulo sobre defensa comercial y normas de origen.

Aunque el veredicto lo proporcionará la última ronda de negociaciones en abril, fuentes centroamericanas explicaron a la AFP que existe el temor de que sólo se llegue a tiempo a suscribir en mayo en Madrid los pilares de diálogo polí­tico y cooperación.

«Hay varios escenarios posibles, pero no vamos a adelantarnos» a los acontecimientos, reaccionó por su parte Rojas, interrogada al respecto.

Con el fin de dar un impulso polí­tico a las negociaciones, los ministros de Comercio de Centroamérica o sus representantes llegaron el pasado martes a Bruselas para pedir a la UE muestras de «flexibilidad» aceptando una mayor apertura del mercado europeo a sus productos agrí­colas.

Durante una comparecencia ante una comisión del Parlamento Europeo, los centroamericanos afirmaron estar dispuestos a ofrecer un trato «atractivo» a la importación de productos europeos, siempre y cuando el bloque levante a su vez sus «restricciones».

Los seis paí­ses centroamericanos reclaman en especial a la UE una rebaja arancelaria para el banano, comparable a la ventajosa tarifa pactada entre Bruselas y Colombia y Perú en su TLC cerrado recientemente, de 75 euros por tonelada en 2020.

La región, octava economí­a de América Latina con unos 40 millones de habitantes, exige además una cuota satisfactoria de importación de otros productos, como el azúcar y la carne.