«Patria, palabrota añeja, por los largos explotada,
Hoy la Patria es una vieja, que está desacreditada,
No vale ni cuatro reales. En este país de traidores,
La venden los liberales, como los conservadores.»
(Estrofa de «La Chalana»)
En 1970 durante la presentación de la memorable Velada de Dolores de ese año, realizada en el cine Lux que lucía abarrotado, con un impresionante y culto público sancarlista, con personajes de la vida política nacional, un contingente de orejas y G-2, así como uno que otro colado, participé en el acto que presentó la Facultad de Derecho, recreando un escenario de la lucha insurgente que se desarrollaba en ese momento en el país. En aquella inolvidable ocasión, uno de los parlamentos que me tocó expresar, tocaba los temas de la corrupción, la voracidad de la clase política y la represión brutal vivida durante el régimen del «Chacal de Oriente». Toda la historia fue inspirada en el poema La Marimba, de donde nació la parodia que interpretamos y que ahora evoco, con la obligada advertencia de que, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
El salón a oscuras, envuelto en un silencio sepulcral del público, una cegadora luz que solo iluminaba mi cuerpo, guitarra en mano, tocando con suavidad melodiosa «El Jinete» como fondo musical, empecé así:
«Lentamente…, lentamente cual si fuera una peste que cayera,
sobre toda nuestra hambrienta y pobre Patria.
Tal parece esa jauría de animales de partida,
que se sienta en el Congreso.
Solo piensan en su hueso y jamás en el progreso.
Solo piensan, si es que piensan, en el próspero futuro,
que ya tienen por seguro, les brindará la Nación. Esta Nación que solloza, por confiada y por babosa,
como carne de cañón.
Pobre pueblo desgraciado, que ha vivido en el infierno. Con este inicuo gobierno, que ojalá y no sea eterno,
como ocurrió en el pasado.
Hoy no toca su marimba, ni se oye su chirimía.
Y el tambor ya no se cimbra.
Hoy tan solo le ha quedado, un temor muy bien fundado.
Por un lado chafarotes, por otro la policía,
que en la noche y en el día,
le provocan agonía y son miles los chacales.
¡Traidores con uniforme! ¿Qué habéis hecho de nuestra Patria?
Porque vuestra ya no es, la habéis cortado en pedazos,
cuando vuestra bayoneta, se ensañó en el ideal.
Pobre y noble Patria mía.
Hoy te canto de tristeza y lucho de rebeldía.»
Las cosas no han mejorado desde aquella Velada de Dolores. Revivo esos momentos, por ser una vivencia de la tradicional e histórica época de huelga y hago homenaje a huelgueros notables: Adolfo Mijangos, Mario López Larrave, Manuel Colom, Ronald Villagrán, Rolando Melgar, Manuel Cordero, Johnny Dahinten, Juan Zea, Oliverio Castañeda y otros miles hombres y mujeres de la comunidad universitaria, asesinados por la dictadura militar contrainsurgente de esos años.
Ahora que tu familia progresa (¿?), celebro otro año entre risas y llanto, con los excomulgados, leales, honorables, nunca bien ponderados, cucuruchos, herejes, comunistas y twitteros sancarlistas, los 112 años de Huelga de Dolores en compañía de la joven y bella dama de aristocrática alcurnia, nuestra Madrina, Doctora Honoris Causa, su Majestad LA CHABELA, quien a pesar de su famélica figura, luce rebosante de energía. ¡Salud muchachada!
P.S. El 29 marzo 1994 se firmó el Acuerdo Global sobre Derechos Humanos; después de 16 años la situación no ha progresado, está de mal en peor, continúan violaciones y aumenta la deuda social del Estado con los derechos económicos, sociales y culturales de la población.