La íšltima Cena, compartida según los Evangelios por Jesús y sus discípulos, fue representada por los pintores con platos más grandes y alimentos más abundantes a medida que pasaban los siglos, señalan dos profesores norteamericanos.
Brian Wansink, profesor de economía aplicada de la Universidad Cornell de Nueva York, y su hermano Craig Wamsink, profesor de estudios religiosos del Virginia Wesleyan College de Norfolk y pastor presbiteriano, analizaron 52 de los más célebres cuadros que representan la íšltima Cena, realizados entre los años 1000 y 2000.
Recurriendo a la ayuda de computadoras, los dos profesores descubrieron que de siglo tras siglo el tamaño de los platos colocados delante de Jesús y los doce apóstoles, comparados con el tamaño medio de las cabezas de los personajes, aumentaba paulatinamente hasta llegar a una talla 65,6% superior en mil años.
El tamaño del plato principal aumentó 69,2% y el del pedazo de pan 23,1%.
En los cuadros en que se puede discernir el contenido del plato principal se trata de pescado o anguilas en un 18%, de cordero (14%) o de cerdo (7%). En el porcentaje restante es imposible identificar los alimentos representados.
Según Brian Wansink, esa evolución refleja el desarrollo de la agricultura en el curso de los últimos diez siglos, que produjo «un crecimiento enorme de la producción, de la distribución, de la seguridad alimentaria, de la cantidad de alimentos y de la posibilidad de adquirirlos».
«Pensamos que, como el arte imita la vida, esos cambios se reflejaron en las pinturas de la cena más famosa de la historia», señalan los dos profesores, cuya investigación fue publicada en la revista británica The international Journal of obesity.
APRENDIZAJE GRADUAL
El doctor Wansink dice que el hallazgo indica que el fenómeno de servir cada vez mayores porciones, en platos cada vez más grandes, ha venido ocurriendo gradualmente a lo largo del milenio.
El equipo utilizó tecnología de diseño mediante computador para calcular las medidas relativas de las pinturas, sin importar su orientación.
Estas versiones incluyen a El Greco, Leonardo da Vinci, Lucas Cranach el Viejo y Rubens.
Con la suposición de que el ancho de una barra de pan promedio de la época debería ser dos veces el del promedio de la cabeza de un discípulo, los investigadores midieron el tamaño de los platos de la tarde de Pascua.
TAMAí‘O GRANDE
Las comidas principales crecieron un 69% y el tamaño de los platos un 66% entre la versión más antigua (realizada en el año 1000 de nuestra era) y las más recientes, pinturas de 1700. El pan creció en un 23%.
Los mayores aumentos se verificaron en pinturas terminadas después de 1500 y hasta 1900.
Craig Wansink, profesor de estudios religiosos, dice que los cambios en el tamaño de las porciones es, probablemente, más un reflejo de la cultura que de la teología.
«No hay una razón religiosa que explique por qué las comidas se han vuelto más abundantes. Puede ser que las comidas hayan crecido realmente o que la gente se haya interesado más en el alimento.
¿A quién puede extrañar?
Charlene Shoneye, dietista con especialidad en obesidad para la organización de beneficencia «Weight Concern», expresó: «No estoy para nada sorprendida con estas conclusiones porque el tamaño de nuestras propias porciones y nuestros propios platos ha aumentado.
«Hace veinte años, por ejemplo, muchas de las papas fritas venían en paquetes de veinte gramos. Ahora vienen en paquetes de 30, 50 y hasta 60 gramos. Y nos seguimos comiendo el paquete entero.
«Este aumento enorme del tamaño ha alterado nuestra percepción de lo normal».
Sin embargo, agregó que no es demasiado tarde para revertir la tendencia y que los individuos, la sociedad y la industria alimentaria deberían considerar porciones más pequeñas.
«Parte del problema es el tipo de alimento que ha aumentado de tamaño. Las porciones de fruta, de verduras y ensaladas no han crecido. Deberían constituir un tercio de nuestro plato, con los otros dos tercios reservados para las proteínas y las féculas».
Charlene Shoneye
dietista