El enviado de la ONU, Martii Ahtisaari, llegó hoy a Belgrado para explicar un plan que pondría a la provincia de Kosovo, de mayoría albanesa, en camino hacia su independencia.
Ahtisaari, un ex presidente de Finlandia, se reunió en primer lugar con el presidente serbio pro occidental Boris Tadic, a quien debía presentar su proyecto para resolver el estatuto de Kosovo.
El veterano mediador de la ONU también tenía previsto reunirse con el primer ministro saliente Vojislav Kostunica, enojado por la decisión del diplomático de explicar su plan en Serbia antes de que se forme un nuevo gobierno, tras las elecciones del 21 de enero.
Kostunica es un nacionalista moderado que se opone ferozmente a la pérdida de Kosovo, que su gobierno y muchos serbios consideran la cuna de su historia, cultura y religión.
La cuestión del futuro estatuto de Kosovo es el tema más sensible que sigue pendiente tras el desmembramiento de la ex Yugoslavia comunista durante las sangrientas guerras de los años ’90.
A pesar de la recepción tibia de la cual es objeto en Belgrado, Ahtisaari puede esperar una calurosa acogida en Pristina, la capital kosovar, donde los albaneses étnicos esperan con desesperación el plan que les llevaría a la independencia y les sacaría de la pobreza.
Los albaneses étnicos representan un 90% de la población de dos millones en Kosovo, que se encuentra bajo administración de la ONU desde el final de la guerra de 1998-1999.
La misión de la ONU en Kosovo (UNMIK) entró en funciones luego de que un bombardeo aéreo de la OTAN durante 78 días de 1999 pusiera fin a una brutal operación de las fuerzas leales al entonces líder serbio Slobodan Milosevic contra civiles albaneses, con el objetivo de eliminar a las guerrillas separatistas.
Las autoridades de Kosovo han reforzado las medidas de seguridad antes de la visita de Ahtisaari, en medio de temores sobre las reacciones de sectores rivales a su plan en la provincia.
El comandante de los 17.000 soldados de la OTAN en Kosovo, el general Roland Kather, dijo que sus tropas estaban listas para enfrentar cualquier eventual perturbación del orden.
Hasta ahora, Ahtisaari sólo ha dicho que su propuesta será «libre y justa» y que se concentrará en asegurar la coexistencia de albaneses y serbios en la pequeña provincia mediterránea.
El acuerdo, añadió, prevé también el reemplazo de la UNMIK por una administración dirigida por la Unión Europea y liderada por un «representante civil internacional».
Según informaciones de prensa, el plan cuenta con un delicado equilibrio y propone un periodo de transición centrado en los derechos de los serbios, que conduce a la independencia bajo ciertas condiciones.
De acuerdo con el diario de Kosovo, el Epoka e Re, propondrá dar a los albaneses étnicos de Kosovo los atributos de la independencia, aunque su borrador no menciona directamente el tema.